miércoles, 7 de mayo de 2014

Los dólares de Groenlandia, o Columnarios daneses

Publicado en Numismático Digital, 7 de mayo de 2014


http://www.numismaticodigital.com/noticia/7266/Articulos-Numismatica/Los-dolares-de-Groenlandia-o-los-Columnarios-daneses.html

A pesar de ser conocidos en el mundo numismático como dólares o piastas de Groenlandia, estas imitaciones de los célebres pesos de mundos y mares fueron batidas entre 1771 y 1777 para el comercio danés con Asia. Estas emisiones recogen los principales motivos de la originaria moneda española, adaptándolos a las leyendas e iconografía de los territorios del rey de Dinamarca.

El comercio danés de la Edad Moderna, como el de otros estados europeos, se basó en el establecimiento de factorías y emporios en la costa africana, el Caribe y en el comercio con Asia. Desde su base de Christiansborg, en la actual Accra, dominaron un pequeño territorio en la costa africana, conocido como Costa de Oro Danesa, donde obtenían oro, marfil y esclavos. Los esclavos eran transportados al Caribe, a las posesiones de las islas Vírgenes, Santo Tomás, San Juan y Santa Cruz, donde se producían mercancías como azúcar, ron, tabaco y algodón, y se recogía moneda de plata española. Estos bienes eran posteriormente transportados al territorio metropolitano, donde se vendían con un considerable beneficio.

Este lucrativo comercio estaba en manos la Compañía danesa de las Indias Occidentales y Guinea. Para el comercio con Asia se creó la Compañía Danesa de las Indias Orientales, cuyas actividades convirtieron a Copenhague en un activo mercado de productos asiáticos como la seda, las especias y, sobre todo, el té. Durante el siglo XVII los comerciantes daneses introdujeron en Europa más té que los británicos, e Inglaterra fue el destino final del 90% de estas importaciones.

El principal puerto de la Compañía en Asia fue el de Tranquebar, un emporio en la costa de Coromandel por el que pagaban al Rajá de Tanjur unos derechos de 2.000 pagodas, 16.800 libras de 1788, y que tuvo su propia ceca. Tras varias refundaciones y con apoyo regio la Compañía siguió operando, con el derecho exclusivo del comercio con China, y Malo de Luque recogía que entre 1732 y 1772 las cargas de los despachos habían supuesto un montante global de 97.913.731 libras y 10 sueldos, y las ventas de sus retornos ascendieron a 188.939.673 libras.

Una curiosa y atractiva moneda acuñada por Dinamarca para el comercio con Oriente fue la imitación de los reales de a ocho columnarios batida en Europa para este fin. Los pesos columnarios eran la principal moneda demandada por China, dado que su contenido en fino, un 0,935, se adecuaba al estándar chino de la plata de un 0,937. A pesar de la obvia similitud, sobre todo para culturas no acostumbradas a los caracteres latinos, las fuentes coetáneas afirmaban que no se pudieron usar para su fin salvo con muchas dificultades, dado que los chinos no las aceptaban.

El diseño de estas piastras reprodujo los principales motivos iconográficos de las originarias monedas españolas, respetando la distribución de sus diseños y leyendas y con una apariencia en todo muy similar. En el anverso se reprodujeron las armas de su monarquía en un escudo coronado, como en el tipo original, en forma de casulla o piel de toro, típicamente español, junto con el nombre de su soberano y sus títulos, y en su reverso las famosas columnas de Hércules coronadas, los dos orbes y las ondas del mar, recogiendo incluso la leyenda PLVS VLTRA en las cartelas.

En su anverso se encuentran el escudo del reino de Dinamarca en tres cuarteles, con los blasones de Dinamarca -tres leones pasantes -, Noruega –león coronado rampante- y las tres coronas de la Unión de Kalmar, la leyenda CRISTIANUS.VII.D.G.DA.NOR.VAN.GOT.REX y un diseño hojas de roble en espiral similar a un tetratrisqel o cruz gamada. En su reverso se incluyeron en los dos globos coronados los escudos de Dinamarca y Noruega, y entre las olas del mar bajo las columnas los nombres de las tres colonias de Dinamarca, ISLAND, GRÖNLAND, FERÖ, en tres paneles, la leyenda circular GLORIA.ET.AMORE.PATRIAE y la fecha de emisión entre las mismas espirales vistas en el anverso, sustituidas en la emisión de 1777 por un diseño cruciforme de cinco puntos.    

De la primera emisión, que se batió en la ceca de Copenhague en el año 1771 y fue grabada por J.E. Bauert, sólo se acuñaron 543 ejemplares, considerados como pruebas, las cuales debieron ser aceptadas, dado que en 1774 se batieron 44.900 piastras usando los mismos cuños y fecha. Una nueva acuñación de 50.000 ejemplares se llevó a cabo en 1777 con nuevos cuños, realizados por Anders Lunde, en la Casa de Moneda de Königsberg, capital de la Prusia Oriental. Esto no es de extrañar, dado que los prusianos fueron durante siglos socios comerciales de los daneses en Europa y en los mercados exteriores, y esta última ciudad un importante centro de redistribución de reales de a ocho en los mercados del Báltico y en Rusia.

Gilboy cita cinco variedades distintas de cuños en las emisiones, y hay piezas con las leyendas ISLAND e ISLAN en los paneles del reverso en la acuñación de 1777. De la emisión de 1771 se conocen cinco ejemplares, de la de 1774 veinte, la mitad en museos, y de la de 1777 hay tres ejemplares de la variedad con ISLAND y veintiuno con ISLAN, de los que doce de ellos se conservan en museos. Esto convierte a estos alógenos reales de a ocho en una de las mayores rarezas de la numismática moderna, y en unas estimadas y cotizadas piezas en las contadas subastas en las que aparecen.

El comercio exterior danés decayó con el incremento del británico. En 1845 el puerto de Tranquebar fue vendido a los británicos, e igualmente cinco años después el africano de Christiansborg, a cambio de diez mil libras. El 1 de abril de 1917 las islas de las Indias Occidentales Danesas fueron vendidas a los Estados Unidos por un precio de 25 millones de dólares. A principios del siglo XIX en la isla de Santa Cruz se habían resellado reales de a ocho, de a cuatro y de a dos españoles con las letras STC dentro de un óvalo, y el doblón de oro y el peso de plata españoles fueron las monedas que durante muchos años dominaron la circulación en el archipiélago de las Islas Vírgenes.

BIBLIOGAFÍA:

. BELTRÁN, A., Introducción a la Numismática universal, Madrid, 1987.
. GILBOY, F.F.,The milled columnarios of Central and South America. Spanish American Pillar Coinage, 1732 to 1772, Regina, Saskatchewan, 1999.
. MALO DE LUQUE, E., Historia política de los establecimientos ultramarinos de las naciones europeas, T. IV, Madrid, 1788.
. MONTANER AMORÓS, J., Los resellos. Las monedas españolas reselladas en el mundo, Valencia, 1999

Ira&Larry Goldberg Auctioneers, Sale 46, The Millennia Collection, http://images.goldbergauctions.com/php/chap_auc.php?site=1&lang=1&sale=46&chapter=55&page=1