martes, 29 de marzo de 2022

La peseta, moneda nacional de la República Árabe Saharaui Democrática

 Publicado en Crónica Numismática, 29 de marzo de 2022

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Veinte años después de que el 1 de enero de 2002 se adoptase el euro como moneda de curso legal en España y se retirase de la circulación en marzo de ese mismo año, el único sistema monetario que mantiene a la peseta en vigor es el de la República Árabe Saharaui Democrática, donde tiene la consideración de moneda nacional y así está recogido en su Constitución. Con un valor equivalente a las antiguas pesetas españolas, mantiene su convertibilidad con la moneda única europea de 166,386 pesetas por euro, la misma en su día fijada antes de su desaparición.

 La peseta saharaui es una divisa que tiene carácter oficial solamente de iure, dado que en la práctica no circula de forma efectiva, con código ISO 4217 EHP. En los territorios ocupados por Marruecos la moneda en circulación es el dírham marroquí, mientras que en las zonas controladas por el Frente Polisario es el dinar argelino. A pesar de ello, desde 1990 se han sucedido las emisiones, realizadas por la madrileña Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y en la Casa de Moneda de La Habana, tanto de monedas de uso común de 1,2, 5, 25 y 50 pesetas saharauis de facial como en emisiones conmemorativas y de colección acuñadas en metales nobles.

 La primera de las monedas emitidas, en 1990, tiene un valor facial de 50 pesetas. Está acuñada en cuproníquel y con canto plano, con un peso de 6,4 gramos y un diámetro de 24 mm. En su anverso viene recogido el escudo de la RASD, con dos fusiles cruzados con banderas colgando de sus cañones, flanqueados por dos ramas de olivo, bajo un cuarto creciente y una estrella en rojo, y la leyenda en pergamino حرية ديمقراطية وحدة, Libertad, Democracia, Unidad.  En esta primera emisión se incluyó en el escudo un martillo erguido desde la junta de ambas armas, vigente hasta 1991. En su anverso aparecen en castellano las leyendas REPÚBLICA ÁRABE SAHARAUI DEMOCRÁTICA y el valor facial, 50 PESETAS. 

 En su reverso encontramos la representación de un beduino y un dromedario, un tema común en las emisiones postales de la época en que el Sáhara fue provincia española, el año de emisión, 1990, y la leyenda TRANSPORTE TIPICO en español y en árabe, النقل التقليدي. Estos mismos motivos, tanto en el anverso como en el reverso de los diferentes faciales, son los más comúnmente utilizados para las monedas de 5, 2 y una peseta hasta 2018, habiéndose realizado emisiones también en cuproníquel de estos faciales en 1992 y 2018.

 Otra moneda de 100 pesetas con los mismos tipos pero realizada en cuproníquel bañado en latón, de 29,5 gr. y 38 mm de diámetro, se acuñó asimismo en 1990. En este mismo año se llevaron a cabo igualmente las primeras dos emisiones conmemorativas en plata, con un fino de 999, 16 gr y 38,5 mm. La primera de ellas mantiene los tipos vistos anteriormente, mientras que en la segunda viene recogido en su reverso una embarcación a vela y la figura de un hombre árabe a derecha, y la leyenda bilingüe EMBARCACION ANTIGUA, así como otra del mismo facial en cobre.

 El año 1992 fue especialmente prolífico en las emisiones conmemorativas y de colección acuñadas por la RASD. Manteniendo el escudo del anverso, se emitió una pieza de 500 pesetas en plata conmemorativa de los Juegos Olímpicos de 1992, con la representación de un tenista y un esquiador en su reverso, con una tirada de 5.000 ejemplares. Los Juegos Olímpicos de Barcelona sirvieron igualmente como motivo para una emisión de 100 pesetas en acero niquelado de la misma tirada que la anterior, con un jinete saltando un obstáculo como motivo de su reverso.

 Otra acuñación en plata de 500 pesetas alusiva al XV Mundial de Fútbol de 1994 que se celebró en los Estados Unidos en 1994, con un futbolista en su reverso y los escudos de Argentina y España, fue batida en la Casa de Moneda de Cuba. La misma efeméride sirvió para otra emisión del mismo facial de 10.000 ejemplares, en la que se representa en su reverso un balón y leyenda incusa en su centro en árabe.

 La RASD se unió igualmente a la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América, con una emisión en plata de 500 pesetas, en cuyo reverso encontramos la representación de una nave a izquierda sobre el mapa de las Islas Canarias, y la leyenda ENCUENTRO DE DOS MUNDOS. También en este año se acuñó una moneda de oro de 3,1 gr. y .0996 oz. de 1.000 pesetas de facial, de la que se batieron 508 ejemplares, con los tipos genéricos utilizados para las emisiones circulantes antes vistas. Con los mismos tipos y facial se acuñaron asimismo dos variantes en cobre en el año 1991 y 22 ejemplares en el año 1992.

 El año 1992 comenzó una serie, tanto de moneda circulante como conmemorativa, dedicada a la fauna prehistórica. En este año se acuñaron 2.000 ejemplares de una pieza dedicada al Brontosaurio en la Casa de Moneda de Cuba de cuproníquel y 100 pesetas de facial. Un año después fue acuñada una moneda dedicada al Tiranosaurio del mismo facial en cobre. En 1994 se acuñó en plata una moneda de 500 pesetas en plata dedicada al Camasaurio, y nuevamente en 1995 otra emisión del mismo facial cuyo tema fue el Plateosaurio.

 Estos motivos aparecen igualmente en las emisiones circulantes de 2013, de acero bañado en níquel, en sus valores de 2, 5, 10, 25, 50 y 100 pesetas. Las emisiones de 200 y 500 pesetas, batidas en latón, tienen forma cuadrada, mientras que las de 1.000 y 2.000 pesetas son bimetálicas, al igual que los euros. Las leyendas de todas estas monedas aparecen exclusivamente en castellano.

 Retomando la línea cronológica, en 1992 se emitió una moneda de 1.000 pesetas en plata, con su equivalencia de 10 ecu, con una tirada de 15.000 ejemplares, en la que se recoge en su reverso la leyenda EN HONOR A LA COMUNIDAD EUROPEA 10 ECU, una reproducción del cuadro de Tiziano de Carlos V en la batalla de Mühlberg y una representación del Emperador con orbe y espada, dentro de una orla de doce estrellas de cinco puntas.

 Un año después comenzaron a acuñarse monedas de una serie dedicada a la defensa de la naturaleza, con una pieza de 500 pesetas de plata y tirada de 1.000 ejemplares dedicada al elefante africano. En 1996 se batió una moneda del mismo facial dedicado a la cheeta, con el reverso tanto en color plata como coloreado, y en 1997 un ejemplar coloreado en su reverso de 1.000 pesetas de facial también en plata dedicada a la Gacela de Thompson. Una moneda bimetálica de 2004 igualmente vino dedicada a la naturaleza saharui. En aluminio y cuproníquel se realizaron las emisiones de moneda circulante de 2020, dedicada la de la peseta al Agapornis Swindernianus, la de 5 pesetas al búfalo cafre, la de 10 al león, la de 20 al hipopótamo y la de 50 al gorila.

 La RASD ha emitido numerosas monedas conmemorativas dedicadas a eventos culturales y deportivos. Se batió en este sentido una moneda de 1.000 pesetas de plata para conmemorar el Mundial de España de fútbol de 1982.En 1995 se acuñó en plata una emisión llevada a cabo en La Habana de 15.000 ejemplares de 500 pesetas de facial dedicada a los Juegos Olímpicos de Atlanta, utilizando como motivo la lucha libre. Un año después se acuñó una pieza de 100 pesetas dedicada al mismo tema en cobre.

 En 1997 el tema escogido para la emisión de 500 pesetas fue la halterofilia, mientras que en el año anterior hubo una emisión del mismo facial dedicada al Mundial de Fútbol celebrado en Francia. La misma fue asimismo emitida en color, al igual que la de 1997 dedicada a los Juegos Olímpicos de Sydney, con un piragüista como motivo.

 En el 20º aniversario de la proclamación de la República, en 1996, se batieron monedas de 5.000 pesetas de plata, una con una combatiente saharaui  y otra con un vehículo militar con varios soldados. En 1997 se acuñaron dos monedas para celebrar los 15 años de relaciones diplomáticas con Venezuela, una de plata de facial 1.000 pesetas y otra de oro de 40.000 pesetas. En su anverso aparecen los escudos de Bolivia a izquierda y de la RASD a la derecha, separadas por una columna de orden dórico, mientras que en su reverso se recogen las figuras de Simón Bolívar a caballo y de El Uali. El año 1998 y 1999 se batieron en plata  curiosas monedas rectangulares relativas, sucesivamente, a la Copa Mundial de Francia y seis dedicadas a la fauna, también de 1.000 pesetas de facial.

 Otra serie dedicada a descubrimientos cuenta con emisiones de 1.000 pesetas de plata, que vinieron dedicadas a Thor Heyerdahl y a Horudsch Chaireddin en 1996. Otras emisiones vienen dedicadas a pioneros de la Humanidad, como las de 1997 a Graf von Zeppelin y al doctor Albert Schweizer, o a veleros antiguos como la dedicada en 1997 al barco vikingo Dromon, al ruso Ladia o a un antiguo mercante egipcio, con una tirada de 1.450 ejemplares. Ese mismo año se dedicaron otras bellas monedas de cuproníquel coloreadas de 1.000 pesetas de la voluminosa serie Pioneros de la Humanidad entre otros al explorador Alexander von Humboldt, a Charles Lindbergh, a Fernando de Magallanes o a Yuri Gagarin. 

 Podemos terminar esta breve reseña haciendo referencia a algunas de las emisiones en las que se reconoce la fraternal relación de España con el pueblo saharaui. Entre ellas, podemos citar una emisión bimetálica de 500 pesetas de 2010 dedicada al Papa Juan Pablo II y a Juan Carlos I, otra de 2004 relativa al 28º Aniversario del abandono español del Sahara y, por su valor declarativo, la acuñación de 5.000 pesetas de 1997 dedicada a Cervantes, en la que su leyenda recoge EL ESPAÑOL PATRIMONIO DE NUESTRO PUEBLO.

jueves, 17 de marzo de 2022

El héroe nacional cosaco Iván Stepanovich Mazepa en la notafilia y la medallística ucraniana

 Publicado en Crónica Numismática, 17 de marzo de 2022

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La figura del noble cosaco Iván Stepanovich Mazepa, que prestó sus servicios en la Mancomunidad de Lituania-Polonia y posteriormente como Atamán o General Supremo de los Cosacos de la Ucrania de la margen izquierda del Dniéper en nombre del Zar de Rusia, ha sido desde la instauración de la grivna o hryvnia como moneda ucraniana el motivo representado en los billetes de diez grivnas. Asimismo, su figura histórica ha sido igualmente utilizada por Ucrania para dar nombre a una de sus más destacadas condecoraciones desde el año 2009. 

Iván Stepanovich Mazepa nació en 1639 en la actual Ucrania central, bajo el gobierno de la conocida como la Mancomunidad de Lituania-Polonia en el seno de una familia noble, realizó sus estudios en Kiev y en un colegio jesuita de Varsovia. Viajó en su juventud por Europa Occidental y hablaba con fluidez ucraniano, ruso, polaco, latín, alemán e italiano, así como el tátaro de Crimea. Entró al servicio del monarca polaco Juan II Casimiro en 1659, realizando para el mismo numerosas misiones diplomáticas en Ucrania.

En el año 1663 Mazepa volvió a su tierra natal, al caer su padre enfermo. Poco después, en 1669, entró al servicio de Petro Doroshenko, el Atamán  de la margen izquierda del Dniéper, y posteriormente al de su sucesor Iván Samoylovych, sirviendo en su ejército y realizando labores diplomáticas en Crimea, Polonia y el Imperio Otomano. Los voivodas de esta parte de Ucrania dependiente de Rusia gozaban de una amplia autonomía en virtud de los conocidos como Tratados de Pereyaslav. En 1687, tras acusar a Sampylovych de conspirar para independizarse de Rusia, consiguió que fuese derrocado y fue él mismo nombrado Atamán con la ayuda del  aristócrata ruso Vasili Golitsin. 

Mazepa acumuló grandes riquezas, convirtiéndose en uno de los más grandes terratenientes de todo el continente. Bajo su gobierno se erigieron numerosas iglesias en un estilo conocido como barroco ucraniano, se amplió la Universidad de Kiev y se fundaron nuevas escuelas, pero la rigidez de su gobierno también llevó a varias sublevaciones cosacas, destacando la de la Sich de Zaporiya. Intervino asimismo en las sublevaciones de los cosacos de la Ucrania de la margen derecha, bajo soberanía polaca, tras recibir el permiso del zar Pedro I, con lo que tomó el control de buena parte de la misma.

Durante la Gran Guerra del Norte, un conflicto de enorme extensión y que junto con su contemporánea Guerra de Sucesión española sumió a toda Europa en una era de sangrientos y dilatados conflictos bélicos, Pedro I requirió los servicios de los cosacos en lugares distantes como Letonia, y en su territorio se instalaron contingentes del ejército ruso.  Durante el avance de los ejércitos sueco y polaco hacia Ucrania, el 28 de octubre de 1708 Mazepa se alió con ellos, junto a un pequeño contingente de 3.000 cosacos, mientras que la inmensa mayoría de la población siguió siendo fiel al zar. Tras la victoria rusa de Poltava en 1709, huyó al Imperio Otomano junto con Carlos XII de Suecia, muriendo en la fortaleza de Bender, en la actual región de Transnistia.

Excomulgado por la Iglesia Ortodoxa Rusa, su nombre figuró hasta 1869 en la lista de traidores malditos citados públicamente en las iglesias durante la Fiesta de la Ortodoxia. Esta visión se mantuvo durante la época soviética, y no fue hasta la independencia de Ucrania cuando fue proclamado Héroe Nacional, con una fuerte oposición tanto de Rusia como de las facciones filorusas de la propia Ucrania. Su figura fue recogida en la obra de importantes escritores románticos, como Lord Byron, Víctor Hugo o el propio Alexander Pushkin, el padre de la novela rusa moderna, así como en la de música de compositores de la talla de Franz Liszt o Pyotr Ilyich Tchaikovsky. 

Los billetes a nombre de Iván Mazepa 

Una moneda conocida como hryvnia o grivna se había utilizado ya en el siglo XI en el Rus de Kiev, y fue recuperada como moneda nacional ucraniana durante la efímera República Nacional Ucraniana de 1917. En 1996, se volvió a introducir un numerario con esta misma denominación para sustituir a los circulantes karbovanets, debido a la hiperinflación sufrida por Ucrania tras el colapso de la URSS, con una tasa de cambio de cien mil a uno. Los primeros billetes habían sido impresos a comienzos del año 1992 por la Canadian Bank Note Company, donde permanecieron depositados hasta su introducción en la circulación. 

Ya en la primera serie de fecha 1992 encontramos a Iván Mazepa como motivo del anverso del billete de 10 grivnas, viniendo su reverso dedicado al Monasterio de las Cuevas de Kiev. Sus medidas son 135 x 70 mm, y su color predominante el violeta. En una segunda serie impresa en 1994 encontramos los mismos motivos, pero con un diseño diferente, tanto en el anverso como en el reverso, de los billetes de 10 grivnas, y unas medidas de 133 x 66 mm. En la tercera serie, del año 2006, se encuentran nuevamente los mismos motivos en el billete de 10 grivnas, si bien cambian tanto el color predominante, que pasa a ser el rojo, como las medidas, 124 x 66 mm. 

La cruz de Iván Mazepa 

La cruz de Iván Mazepa es una condecoración instituida el 26 de marzo de 2009, el año en el que se conmemoraba el 300 aniversario de la Batalla de Poltava, por Viktor Yushchenko, tercer presidente de Ucrania. Con la misma se honra tanto a ciudadanos ucranianos como extranjeros o apátridas que hayan contribuido de manera notable al  renacimiento del patrimonio nacional, cultural, artístico, espiritual, arquitectónico, militar e histórico de Ucrania, en aportaciones como la actividad estatal, diplomática, humanística, científica, educativa y benéfica. 

Se trata de una cruz de un solo grado, recibiendo los galardonados la insignia de la misma y un certificado. En cuanto a su diseño, se trata de una cruz equilátera recta con sus terminaciones extendidas y bordes cóncavos de plata, esmaltada en rojo frambuesa. En su centro aparece un campo esmaltado en azul, con la representación de un cosaco en oro en su centro, y rodeado por el anagrama del escudo de Mazepa. Porta asimismo muralla de oro en el espacio entre los brazos.

 Su reverso es plano, y en el mismo aparece el número de concesión grabado. La cruz, de 42 mm cada brazo, se une a la cinta con una anilla y un diseño de dos figuras mitológicas enfrentadas. La cinta es de muaré, con su parte central azul de 45 mm de ancho, dos bandas amarillas de 2 mm y dos cintas carmesí de 7 mm cada una.