Publicado en El Sitio nº 31, Junio 2019, pp. 9-11
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Tradicionalmente
se viene conociendo con los nombres de monedas
de presentación, redondos o royals a un tipo de monedas acuñadas a
martillo que destacan por su belleza y su perfecto acabado, que contrasta con
la mala calidad y descuidada labra generalizadas de las monedas emitidas en los
Reinos de las Indias en los siglos XVI y XVII, conocidas como macuquinas o de cabo de barra –en inglés, cob
coins-. Desde los estudios de Lazo
se sabe que estas monedas esmeradamente acuñadas se conocían en la Casa de
Moneda de Potosí con los nombres de reales
de a 66 reales el marco, 8 pesos 2
reales el marco y galanos.
El nombre más arraigado entre los
coleccionistas y numismáticos estadounidenses es el de Royals. Su origen se encuentra en un mito creado por el comerciante
neoyorkino Hans M. F. Schulman, que a finales de los años sesenta del pasado
siglo se refería a ellas como “…una moneda no acuñada para el público, sino
exclusivamente para el Rey”. En España las Casas de Subastas se solían referir
a ellas como de Tipo Real, y el
nombre normalmente utilizado por los investigadores ha sido el de redondos.
Para clasificar una moneda como redonda o Royal se tienen en cuenta normalmente una serie de características.
Este tipo de monedas fueron acuñadas en un flan grande y redondo, con su peso
legal completo. Es notorio que fueron acuñadas con gran esmero, poniendo gran
cuidado en el grabado de sus motivos e incluyendo la orla exterior o gráfila de
puntos en ambas caras de la pieza. Es importante asimismo que en las mismas
estén recogidas las leyendas completas en ambas caras. En general, pero no en
todos los casos, las matrices se preparaban para que ambas caras fueran
perfectamente simétricas y con idéntica orientación. Es muy habitual que las
mismas estén agujereadas, lo que parece mostrar que pudieron ser utilizadas
como medallas o joyas.
En ocasiones se encuentran en las subastas
ejemplares de monedas macuquinas de tipo regular, aunque fueron acuñadas con
los mismos troqueles que las que habitualmente se producían, mientras que en
las emisiones conocidas como galanos
se utilizaban troqueles especialmente preparados para su producción. Existen
también reales de a ocho acuñados en la Casa de Moneda de México en 1714,
labrados en una prensa de tornillo, que en ocasiones se consideran como tales.
A la fecha se desconoce si estas emisiones
realizadas en ocasiones especiales recibían una autorización especial de las
autoridades. Pero no cabe duda de que la práctica de su acuñación fue
generalizada, dado que se encuentran ejemplares en un dilatado espacio de
tiempo en las Casas de Moneda de Potosí, Lima y México. Según Craig, el
ejemplar más antiguo que se conserva es un redondo
de la Casa de Moneda de México acuñado en 1639. Otros autores adelantan la
primera emisión a 1573, como Sedwick, o en torno a 1607, como Glenn Murray,
ambos de la misma ceca mexicana. Los primeros galanos potosinos fueron según
Lazo acuñados hacia el año 1630.
La teoría de que fueron especialmente
acuñados para su remisión al Rey se contradice con el gran número de ejemplares
que se conservan, y con el hecho de que la mayor parte de ellos nunca salieron
del continente americano. De hecho, las monedas remitidas a la Península como
muestras eran elegidas al azar, y no se han encontrado ejemplares de galanos en los naufragios, salvo en el
caso de las royals de oro que han
aparecido en el pecio de la Flota de la Plata hundida en 1715, mezcladas con
otras monedas corrientes.
Podría tratarse de monedas de presentación
o de prueba, o incluso de muestras realizadas por los maestros grabadores de
las Casas de Moneda para enseñar a los aprendices. También se ha defendido su
posible uso como medallas o arras, lo que justificaría la gran cantidad de
ellas conservadas que tienen un agujero para ser colgadas, o incluso que
algunas de ellas fuesen doradas, posiblemente en las mismas cecas. En todo
caso, tanto en su ley como en los tipos coinciden con las monedas emitidas para
la circulación.
Glen Murray es de la opinión de que estas
emisiones fueron realizadas, como asimismo sucedía en el Real Ingenio de
Segovia con los cincuentines y centenes, como piezas de ostentación.
Con su labra, los mercaderes de la plata obtendrían bellos ejemplares que poder
regalar como un presente especial. Fernando Chao defiende que eran utilizadas
como exvotos o arras en las iglesias, y que su uso como moneda, con resellos de
las repúblicas centroamericanas desde mediados del siglo XIX, se debió a los
saqueos llevados a cabo durante las Guerras de Independencia.
Se conservan galanos acuñados en plata en todos los valores del sistema, salvo
en los cuartillos. Los únicos ejemplares batidos en metal áureo proceden de la
Casa de Moneda de México, y provienen casi sin excepción del gran naufragio en
el Palmar de Aiz o Ayx, cerca de Cabo
Cañaveral, Florida, en 1715. No se produjeron cada año, y de hecho su
producción parece bastante aleatoria. Son más habituales los ejemplares de ocho
reales, siendo mucho más escasos en general los de las denominaciones
inferiores.
Es importante también, en referencia al
mercado numismático, su escasez. Se conservan para algunos años múltiples
ejemplares, en ocasiones con diferentes matrices, mientras que otros ejemplares
son únicos. En general, son muy escasos los acuñados en el siglo XVII en
cualquiera de las Casas de Moneda. Mientras que son más abundantes los emitidos
en Potosí, los de facial de medio real son más comunes en la ceca de México,
donde al parecer fueron batidos durante el reinado de Felipe V. Escasísimos son
los acuñados a nombre de Luis I, y los últimos producidos en Potosí en el
reinado de Carlos III.
Bibliografía:
Chao, F., "La visión del Dr. Fernando
Chao sobre las monedas redondas o galanos", Folios Numismáticos, Febrero 2014, nº 75, pp. 14-15.
Craig, A.K. Spanish Colonial Gold
Coins in the Florida Collection, A Florida Heritage Publication, University State of Florida, Gainesville, 2000.
Craig, A.K. Spanish Colonial
Silver Coins in the Florida Collection, A Florida Heritage Publication,
University State of Florida, Gainesville, 2000.
Lázaro, José Luis. Los redondos de Lima, Méjico y Potosí y otras acuñaciones
especiales 1996.
Lazo García, C., Economía
colonial y régimen monetario: Las cifras de la amonedación colonial : pesos y
escudos (Perú y Bolivia), Banco
Central de la Reserva de Perú, 1992.
Murray Fantom, G., Guía de las cantidades acuñadas cecas de Potosí y Lima, Una síntesis y conversión matemática del
trabajo de Carlos Lazo García, con sección especial galanos, Asociación
Amigos de la Casa de la Moneda de Segovia, 2016.
Sedwick, D.F.,
"Royals": a Cob by Any Other Name..., En Daniel Frank Sedwick, LLC, Treasure and word Coin Auction 12, live
on the internet, october 25-26 2012.