Publicado en Panorama Numismático, 4 de mayo de 2017
Con
el fin de mejorar el circulante, a lo largo del siglo XVIII irán adquiriendo
gran importancia artística y técnica los grabadores de la ceca capitalina, así
como los que en ella se formaron para posteriormente trabajar en las otras
Casas de Moneda de la Monarquía. El primer grabador de Felipe V fue Isidro
Párraga, que fue el autor de su medalla de proclamación.
El diseño de las
monedas recibió desde el advenimiento de la nueva dinastía una notable
influencia de la Casa de Moneda de París y de la técnica de Jean Varín. También
es muy importante la aportación de la familia de grabadores Roettier. Los
bustos y retratos fueron realizados por los artistas ensayadores franceses Jean
Mauger y Thomas Bernard, que introdujeron los cánones del Bon Gôut academicista francés.
También fue
importante la aportación del ensayador italiano Mario Antonio di Gemaro, que
era Director de la Academia Vienesa de Grabado y trabajó al servicio de Felipe
V, y la de Dassier, natural de Ginebra y que estudió en Paris con los ensayadores
franceses citados anteriormente.
Tomás Francisco
Prieto fue el Grabador Principal de la Casa de Moneda de Madrid desde 1748.
Comenzó su formación en la fábrica de cajas de tabacos en Salamanca, de la mano
del grabador siciliano Lorenzo de Monteman y Cusens, y ganó la plaza de
Grabador en Madrid por oposición, modelando en cera un retrato de Fernando VI. Otros candidatos al puesto eran
Juan de la Peña y el Ayudante Grabador de la ceca de Madrid Francisco García y
José Sáez. El jurado estaba compuesto por Juan Domingo Olivieri, Felipe de
Castro y Juan Bernabé Palomino.
Ya en 1748 fue
nombrado grabador principal de la Real Casa de la Moneda de Madrid, al quedar
el puesto vacante por la muerte de Diego de Cosa, y ese mismo año fue nombrado grabador principal
del monarca. Al establecerse en 1752 la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando se incluyó la disciplina de grabado de monedas y medallas, y Prieto
fue nombrado Director de estudios de Grabado en hueco, cargo que conservó hasta
su muerte.
Según Abad Varela,
en la Real Academia el 28 de junio de 1771 había solamente seis medallas de oro, veinticinco de
plata y diecinueve de cobre, así como los troqueles de la medalla de Juan de
Balansó realizados por Tomás Francisco Prieto. En la Memoria de 6 de febrero de
1775 se cita que su número había crecido, por lo que el monetario se guardaba
en el tesoro de la Academia dentro de un arca con tres llaves.
Entre los cargos
que ocupó estuvieron también los de Grabador de sellos del Monarca desde 1754
y, desde 1761, el de Grabador General de las Casas de Moneda de España e
Indias. Esta fue la primera vez que un profesor ostentó este título, debido a
su mérito del grabado en fondo. Era un hombre cultivado, un coleccionista de
arte con una magnífica biblioteca y un artista notable, además de un
infatigable trabajador y un buen técnico.
En la colección de medallas del
Museo Cerralbo se conserva un ejemplar de plata de dicha emisión, de 54,2 mm de
diámetro y 80,85 gramos, en cuyo anverso aparece el busto de Fernando VI a la
izquierda con peluca y la leyenda FERDINANDVS VI . TERRA – MARIQ. MVNIFICVS, y
en su reverso dos naves enfrentadas y la leyenda IOANNI BALANSO CATALANO, y en
exergo MAVRICA NAVE INCENSA / DEMERSAQ •X KAL • IVL • / MDCCLVII. En ella, que
contiene uno de los mejores retratos de Fernando VI, se recoge el hundimiento
de un barco argelino en la costa catalana en el que participó el marino Juan
Balansó.
En 1763 recibió el
encargo de la Academia de Bellas Artes de realizar medallas conmemorativas de
la defensa del Morro de la Habana en oro, plata y bronce. Dado que se había de
contar con el permiso real para su acuñación, el propio monarca se implicó en
su diseño, como consta en las actas de la Academia y recoge Isabel Rodríguez. Bedat recoge el texto de la Junta General del
11 de enero de 1763
aprobando la medalla de la defensa del Morro, en la que debía constar en su
anverso el busto de Luis de Velasco y en su reverso el asalto al castillo, y el
de la Junta de 1 de febrero en la que se acordó recoger en el anverso también
el busto del Marqués Vicente González.
En su anverso lleva la leyenda
LUDOVICO DE VELASCO ET VICENTIO GONZÁLEZ, y en su reverso en el semicírculo
superior IN MORRO VITA GLORIOSE FUNERIS, y en exergo ATRIUM ACADEMIA CAROLO
REGE CATHOLICO ANNUENTE CONSEC. ANNO MDCCLXIII.
De 1770 a 1772
trabajó en las matrices para llevar a cabo la renovación de la moneda de Carlos
III. Según de Catalina, fueron suyas las matrices para la renovación de la moneda en las Casas de
Madrid, Sevilla, Segovia, México, Guatemala, Santa Fe de Bogotá, Potosí, Lima,
Popayán y Santiago de Chile, así como gran número de medallas de gran mérito
artístico y buen número de láminas al aguafuerte. Siguió trabajando hasta su
muerte el 19 de diciembre de 1782, y fue enterrado en la Parroquia de San
Andrés.
Entre las monedas
por él grabadas destacan los retratos de Carlos III, la de la boda de los
Príncipes Carlos y María Luisa, el establecimiento de colonias en Sierra
Morena, los Premios al Mérito y la de la Sociedad Económica Hispalense. Sus
retratos son de gran nobleza y dignidad, y los escudos están diseñados con gran
corrección y elegancia.
En 1771 recibió el
encargo del Rey, por medio de Miguel Muzquíz, Secretario de Hacienda, de
establecer una escuela de grabado para formar grabadores con destino a las
Casas de Moneda de España y las Indias, dotada de cuatro plazas con sueldos
diarios de doce, diez, ocho y seis reales de vellón.
Los primeros
discípulos propuestos por el Monarca fueron Pedro González de Sepúlveda, que
fue su yerno y sucesor, Rafael Querol y Joaquín Esquivel. Para la última de las
plazas Prieto propuso a su propio hijo, Jerónimo Prieto, a Antonio Villegas y a
Francisco Leopar, discípulo de la Academia de San Fernando. Otros alumnos
destacados de esta Escuela establecida en 1772 fueron Jerónimo Antonio Gil,
primer grabador de la Casa de la Moneda de México, y Antonio Espinosa.
Los frutos de esta
escuela fueron duraderos, y nunca hasta ese momento en la historia numismática
española se consiguió tan alto grado de perfección técnica y estética en el
grabado de las monedas. Su legado continuó en las generaciones posteriores, con
los magníficos grabados de las monedas de los reyes Isabel II y Alfonso XIII.
Discípulo
aventajado de Prieto fue su yerno Pedro González de Sepúlveda, natural de
Badajoz, cuyos grabados presentados a los concursos de la Real Academia de San
Fernando de 1763 y 1766 le valieron un primer premio y la prórroga de su
pensión durante tres años. En la Gaceta de Madrid, nº 155,
Madrid, jueves 14 de diciembre de 1815, se hace referencia en su obituario a
que había nacido en Badajoz en 1744, donde aprendió los principios del diseño
de un profesor que pasaba a Portugal y que vivió en esta ciudad dos años.
Aprendió asimismo de Roberto Michel, escultor de Cámara de Carlos III, los
principios de la escultura en Madrid. Destacaba por la corrección de su dibujo,
el buen gusto en la composición y por la limpieza de su grabado, y fue el
autor, según esta crónica, de numerosas medallas, de las matrices para todas
las casas de moneda de España e Indias, de los sellos de todos los tamaños para
el monarca y demás miembros de su familia, los de las secretarías de Estado y
sus ministros, y otros muchos clientes públicos y particulares.
Por Real Orden de
15 de agosto de 1771 ocupó la primera plaza en la Escuela de práctica de
grabadores, fundada por la misma norma, y
dotada con doce reales diarios. Este primer discípulo de la escuela de
grabado fue posteriormente nombrado Grabador Principal de la Casa de Moneda de
Segovia, hasta que en 1774 volvió a Madrid como segundo grabador general. A la
muerte de Prieto, fue nombrado Grabador General de las Casas de Moneda de
España e Indias, Grabador de Cámara y director del grabado en hueco de la
Academia de San Fernando.
. Fue nombrado en 1778 individuo
de mérito por la Real Academia y en 1784 se le nombró director de sus estudios.
Por Real Orden de 7 de noviembre de 1783 se le nombró grabador general de la
Junta de Comercio y Moneda, con un sueldo de 20.000 reales, y el año siguiente
grabador de cámara, aumentando su salario en 5.000 reales.
Bedat estudió en su
magnífico artículo el destino del legado de Tomás Francisco Prieto, en base a la documentación consultada
en los fondos de la Biblioteca de la Casa de la Moneda de Madrid. En la
correspondencia girada entre el Conde la Gausa y el Marqués de la Florida se
informa que el monarca había accedido a la compra de parte de las medallas de
la antigüedad clásica que había ido adquiriendo, para que sirviesen de modelo a
los alumnos de la escuela por él fundada.
A propuesta de
Pedro González de Sepúlveda, finalmente se adquirieron a los herederos de
Prieto un conjunto de monedas y medallas, así como una selección de libros de
arte que formaban parte de su colección. De su inventario se colige que las
tres grandes influencias de Prieto fueron las monedas y medallas grecolatinas,
las obras de los grabadores franceses del siglo XVIII, especialmente las series
de los Dassier, y las medallas de los Hamerani, dinastía romana de grabadores y
principales exponentes del manierismo en la medalla.
Para saber más
ABAD VARELA, M., “Creación del monetario de la Real
Academia de San Fernando a partir de un depósito monetario del siglo III d.C.”,
NVMISMA, nº 238, julio-diciembre
1996, pp. 309-319.
BEDAT. C., “El grabador general Tomás Francisco Prieto
(1716-1782). Su influencia artística en la Casa de Moneda de Madrid”, NVMISMA, nº 42-47, 1960, pp. 107-136.
BEDAT, C., "Algunos datos acerca de la medalla del
Castillo del Morro, obra maestra del grabador general Tomás Francisco Prieto
(1763)", NVMISMA, nº 96-101,
enero-diciembre 1969, pp. 163-170.
BEDAT,
C., "El grabador Mariano González de Sepúlveda. Sus progresos en el
grabado y la estereotipia durante su estancia en Paris (1797-1803)", NVMISMA, nº 102-107, enero-diciembre
1970, pp. 207-227.
BEDAT. C., “Los dibujos de Tomás Francisco Prieto”, NVMISMA, nº 108-113, enero-diciembre
1971, pp. 211-243, p. 211.
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historia, Madrid, 1980.
CESPEDES DEL CASTILLO, G.,
"Las cecas indianas en 1536-1825" en
ANES Y ÁLVAREZ DE CASTRILLÓN, G., Y CÉSPEDES DEL CASTILLO, G., Las Casas de Moneda en los Reinos de Indias,
Vol. I., Madrid, 1996.
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M., “Carlos III y la casa de la Moneda”, en Carlos
III y la Casa de la Moneda, Catálogo de la exposición celebrada en el Museo
Casa de la Moneda, Madrid, diciembre 1988-febrero 1989.
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RODRÍGUEZ CASANOVA, I., “La
numismática en la España de la Ilustración”, en ALMAGRO GORBEA, M. Y MAIER
ALLENDE, J., De Pompeya al Nuevo Mundo:
la Corona española y la Arqueología en el siglo XVIII, Real Academia de la
Historia, Madrid, 2012, pp. 157-172
RODRÍGUEZ CASANOVA, I., “Tomás
Francisco Prieto, grabador y coleccionista”, Panorama Numismático,
www.panoramanumismatico.com.
RUIZ TRAPERO, M., “La reforma
monetaria de Felipe V: Su importancia histórica”, VI Jornadas Científicas sobre Documentación Borbónica en España y
América (1700-1868), Madrid, 2007, pp. 383-402.
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