Publicado en Numismático Digital, 5 de noviembre de 2014
http://www.numismaticodigital.com/noticia/7818/Articulos-Numismatica/Los-Rus-y-los-dirhams-html
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Los varegos suecos, émulos de sus parientes vikingos daneses y noruegos en
sus largos viajes en Occidente, se dedicaron a partir del siglo IX no tanto al
pillaje como al comercio de pieles, madera y esclavos con el Oriente bizantino
y el califato abasí. Su propósito era obtener productos de lujo y muy
especialmente moneda de plata árabe, que se encuentra en grandes cantidades en
las excavaciones arqueológicas del área del Volga.
Los
suecos, desde sus bases bálticas en las actuales Finlandia y nordeste de Rusia,
crearon en las primeras décadas del siglo IX una ruta comercial que unía el
curso medio del Volga con el golfo de Finlandia y la región de Mälar, en la
actual Suecia central, basada en la creciente demanda de productos de lujo de
origen árabe y de su moneda de plata.
Desde
la región media del Volga algunos escandinavos se dirigieron hacia la orilla
del mar Caspio y llevaron sus mercancías desde allí a lomos de camellos hasta
la misma Bagdad. Otros llegaban sólo hasta las tierras de los búlgaros,
instalados en el Volga, mientras que también hubo otros que se instalaron en
Itil, capital del reino judío de los jázaros o kázaros, como comerciantes o
guerreros.
Es en
esta época cuando se comienzan a datar hallazgos de dírhams en tesoros en la
cuenca del Volga. A partir de estos enclaves los suecos, que según los anales
francos en el año 839 se autodenominaban Rhôs y que fueron conocidos como Rhus
en las fuentes eslavas y Rus en las árabes, bajaron por el curso del Dnieper
camino de Bizancio, y estuvieron presentes o incluso tomaron el control de las
principales ciudades del área como Kiev, Nóvgorod o Chernigov.
Su
hambre de plata era proverbial entre los escritores árabes, y si bien debieron
de obtener metal argénteo de su comercio con los bizantinos, no se encuentran
monedas de esta procedencia en la Kiev del siglo X, lo que según Jonathan
Sheppard parece mostrar que las mismas, que no encajaban con el patrón de peso
de los dírhams, eran fundidas en lingotes o adornos, o bien que su comercio con
el mundo bizantino se basó en otros artículos de lujo. En el tercer cuarto del
siglo X cesó según este mismo autor el abastecimiento de moneda de plata desde
el mundo árabe.
Noonan
afirma que los dírhams aparecieron en el este y norte de Europa en el último
cuarto del siglo VIII, a través de rutas que partían de Itil, en el estuario
del Volga y que remontaba este río, y también otras que subían aguas arriba los
ríos Dnieper y Don. Según este autor los más antiguos se han encontrado en
Staraja Ladoga, y su tráfico muestra que las tribus eslavas los obtenían a
través del comercio, por mediación de los jázaros y los búlgaros. Para Haussig,
sólo el tráfico de esclavos podría explicar la existencia de los importantes
atesoramientos de plata en el área, mientras que Martin argumenta que el factor
más importante sería el activo comercio practicado por los Rus y los habitantes
del curso medio del Volga.
Según
Marianne Vedeler, se han encontrado alrededor de 150.000 dírhams de la Era
Vikinga en el Este de Europa y Suecia, y sólo en este último país 64.306, la
mayoría de ellos en atesoramientos. En base a los mismos, Thomas Noonan
concluye que el tráfico entre Suecia y el Este europeo se triplicó en el siglo
X en relación a la centuria anterior. Los hallazgos muestran que el flujo de
dírhams llegó a Escandinavia desde alrededor del año 800 hasta el siglo X. Los
primeros que llegaron fueron los batidos por los califatos abasí y samaní, si
bien algunos de los encontrados son imitaciones realizadas por los búlgaros del
Volga. De estas imitaciones, se han encontrado aproximadamente 3.500 piezas en
Suecia y 57 en Noruega.
El
numerario árabe llegó incluso a los establecimientos vikingos de las Islas
Británicas. Los primeros invasores parece que no estaban familiarizados con su
uso monetario, a pesar de recibir gran cantidad de moneda en los tributos y
rescates cobrados a los francos y a los anglosajones, así como moneda islámica
a través del comercio del Este. En algunos hallazgos del Danelaw se han encontrado trozos de piezas ornamentales de plata y
una mezcla de monedas continentales, británicas, vikingas y arábigas de
diferentes pesos. Se mantuvo allí, como en Escandinavia, la costumbre de marcar
las monedas con muescas para probar su bondad, lo que se conoce como peck-marks.
Los
Rus acabaron entrando al servicio de Bizancio como mercenarios, formando la
guardia varega, operativa en los siglos X y XI, y con un sueldo de 44 monedas
de oro anuales por soldado. La misma combatió en lugares tan dispares como en
Apulia, contra sus parientes normandos, Sicilia o Siria. También los
encontramos en los territorios islámicos de Uzbekistán, Persia o Irán. Hacia
mediados del siglo X la élite de estos Rus estaba ya muy eslavizada, y a
mediados de este siglo comenzaron las conversiones al cristianismo.
Bibliografía:
ÁLVAREZ, V., Los
vikingos. Crónica de una aventura, Ed. Sílex, Madrid, 2013.
GRAHAM-CAMPBELL, J., WILLIAMS, G.
(ed), Silver economy in the Viking Era,
Left Coast Press, Walnut Creeck, California, 2007.
GRIERSON, P., BLACKBURN, M., Medieval European Coinage: Volume 1, The
Early Middle Ages (5th-10th Centuries), Cambridge University Press, USA,
ed. 2006.
SHEPPARD, J., “Del Volga al Dnieper. El patrón de la primitiva
historia rusa”, en MÍNGUEZ, J., WILSON, D., SHEPPARD, J. y MARTÍN, J.L., Los vikingos, Cuadernos Historia 16, nº
246, 1985.
VEDELER, M., Silk for
the Vikings, Oxbow books, Oxford, R.U., 2014.
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