Publicado en Panorama Numismático, 15 de febrero de 2018
En el mundo
numismático se conocen emisiones de cuartillos y octavos de cobre acuñados en
el reinado de Carlos III para su circulación en el Archipiélago Filipino. En
relación a los mismos, algunos investigadores, como Cobarrubias, habían
supuesto que estas acuñaciones se realizaron en la ceca de México con destino a
su circulación en estas islas, si bien un expediente del Archivo General de
Indias muestra que o bien hubo una emisión contemporánea o al menos una parte
de los mismos se labraron in situ en la propia ciudad de Manila.
En
1769 se había ordenado a la Casa de Moneda de México la labra de 6.000 pesos en
cuartillos de plata para su remisión y circulación en las Islas Filipinas.
Entre 1763 y 1782 se batieron cuartos de cobre de 22 a 20,5 milímetros de
diámetro, con escudo coronado y cuartelado y leyenda CAR III D G HISP ET IND R
en anverso, y león sobre dos mundos con corona de palma alrededor y leyenda
VTRUMQ VIRT PROTEGO, F fecha M, en el reverso. Existen variantes de flores de
seis pétalos y de dos pétalos a ambos lados del escudo del anverso. También se acuñaron
octavos de cobre, de módulo de 18 milímetros, en los años 1773, 1782 y 1783,
con tipos y leyendas iguales a los cuartos. Estos motivos se conservaron hasta
el reinado de Isabel II.
El
expediente estudiado, con referencia Archivo
General de Indias, Estado, 47, N.9, en muy mal estado de conservación e
incompleto, lo que dificulta su estudio, comienza con un folio que puede
inducir a error, y que por ello puede haber pasado desapercibido para aquellos
que buscaban la norma que autorizó estas emisiones:
Islas Marianas
Sor de Zea; Los Papeles adjuntos son los
únicos que tienen conexión con el Oficio de Hacienda. Al Archivo le parece que
deben enviarse, o darse noticia de ellos, según su contexto, pero la Secretaría
lo decidirá. No hay memoria ni papel alguno que hable especialmente de
las Marianas, sin duda por el olvido y abandono en que han estado.
A pesar de esta referencia a las Islas
Marianas, el mismo recoge un resumen de los diversos Autos y deliberaciones de
la Real Audiencia de Manila y de la Junta de la ciudad sobre la emisión de
maravedíes y ochavos que se habían comenzado a labrar y a distribuir entre la
población, rubricados por los Escribanos Receptores de ambas instituciones,
Ramón de Erendain y José Sousa Magallanes, entre los meses de enero y abril de
1773.
En
el primero de ellos se hace referencia a un Real Auto de 23 de enero y a una
consulta de la ciudad para el nombramiento de don Juan Hortís (¿Ortiz?), con el
sueldo mensual de quince pesos para la labra de la moneda de cobre, dirigido a
la Real Audiencia de Manila y fechado y firmado por Anda, Urueña, Maldonado y
Bonilla el 1 de febrero, aprobando dicho nombramiento y asignación de salario. Unos días después, el 6 de febrero, se
comunicó este Real Auto a la Junta de la ciudad.
Se
incluye asimismo un oficio de la ciudad al Presidente y Oidores de la Real
Audiencia de 27 de enero por el que se da cuenta de cuatro diseños de
maravedíes y ochavos que se habían comenzado a poner en obra, para su
aprobación y para que se continuase su laboreo. Un día más tarde la Real
Audiencia aprobó los diseños y las labores, pero apercibió de la poca limpieza
y leve impresión de las armas reales en la moneda de a cuatro que se acababa de
dar al público, por lo que se exhortaba a la ciudad a que velase cuidadosamente
de su acuñación, siendo una fábrica que requería tanta atención.
El
30 de enero la Sala Capitular de Manila informaba del nombramiento de don Juan
Hortís con un salario “nominal de quince pesos quien se afianza para la
cantidad de un mil”. En base a las reglas dadas por Bando de 7 de enero, se
ordenaba la notificación al público, haciéndoselo saber mediante carteles en
los lugares acostumbrados en la ciudad y en sus extramuros, de que se
consumiese esta moneda, y que lo mismo se remitiese por secretaría a los
gobernadores y corregidores. El documento termina con una comunicación
incompleta de la Audiencia de 26 de abril, por lo que no podemos conocer la
historia ulterior de esta emisión.
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