Publicado en Oroinformación, 7 de febrero de 2020
En una comunicación insertada en la parte científica
de la publicación pucelana “El Droguero Farmacéutico, Periódico de
Intereses generales para la clase farmacéutica, ciencias auxiliares, y muy
necesario a todos los consumidores de géneros de droguería medicinal y artes”,
Año III, Nº 45, Valladolid, 15 de Julio de 1858, que citaba como fuente
el prestigioso “Journal de Chimie Medical”, se daba cuenta de un nuevo método
para la fundición del platino.
Su descubridor había sido el químico francés Henri Etienne Sainte-Claire Deville, considerado hoy en día como uno de los grandes
químicos de la segunda mitad del siglo XIX. Profesor
decano de la Facultad de Ciencias de Besançon,
entre 1845 y 1851, profesor de la Sorbona y miembro de la Academia de Ciencias,
entre sus obras destaca “Métallurgie du platine
et des métaux qui l’accompagnement”,
publicada en París en 1863.
Comentaba la reseña que uno de los males de los que se
quejaban la mayor parte de los químicos era de la
carestía del platino. Ésta carestía venía causada no
solamente por la escasez de este metal, sino también por el poco aprecio
de sus residuos, que eran rescatados por los fabricantes a un precio más bajo
de su valor, porque su conversión en barras era una operación
muy larga y muy costosa.
El señor Deville, según la misma, habría fijado
su atención sobre este punto importante, y los químicos le serían deudores de
haber conseguido que el metal bajara de precio. El método utilizado hasta
entonces no permitía más que fundir delgados hilos, mientras que este nuevo método permitía fundir kilogramos enteros. El agente de fusión era una mezcla de gas
combustible y de oxígeno, y el vaso en el cual se operaba la fusión era de los
más refractarios, y estaba formado de cal pura.
La reseña afirmaba que este nuevo procedimiento haría
caer en desuso al antiguo, pero que no caería en el olvido y quedaría como una
de las más hermosas experiencias químicas. Chabaneau, a quien se debía el descubrimiento de convertir en barras el platino por la compresión de su esponja, residuo de la
calcinación del cloruro doble amoniacal, había nacido en Nontron, Dordoña, el
21 de abril de 1754. Sus experimentos fueron practicados en Madrid en el
laboratorio que su protector, el marqués de Aranda, había obtenido para él de
la munificencia del rey Carlos III.
La primera barra de platino aglomerado fue trabajado
por Jeanetty,
platero de la corte de Francia, el cual
descubrió y explotó un método particular para convertir en barras el platino: el método por el arsénico. El establecimiento
fundado por Jeanetty había prosperado hasta 1820. Desde esta época había
reinado sin competencia en Francia el método Chabaneau, que iba a ser
reemplazado según esta noticia por el método Deville.
No hay comentarios:
Publicar un comentario