miércoles, 17 de marzo de 2021

La representación de los reales de a ocho españoles en los billetes canadienses del siglo XIX

Publicado en Crónica Numismática, 17 de marzo de 2021

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La moneda española ya estuvo presente en el circulante de Canadá durante el periodo del dominio francés con curso legal, y la cesión del territorio a Gran Bretaña en 1763 no supuso la sustitución del sistema monetario francés, que subsistió como moneda de cuenta como veremos en los ejemplares analizados, por el metropolitano británico, sino por el patrón monetario colonial, basado desde la Proclamación de la reina Ana a comienzos del siglo XVIII en el real de a ocho español.

 Ello supuso la entrada masiva en el circulante canadiense de moneda de plata española, tanto nacional como provincial, así como de los doblones de oro de cuño español. La peseta provincial española se convirtió en el medio de pago más común en Canadá, siendo aceptada por un chelín, o veinte céntimos de dólar estadounidense, una estimación muy superior a la valoración de diecisiete o dieciocho céntimos que recibía en los Estados Unidos. A diferencia de lo que sucedió con su vecino meridional, en Canadá las pesetas provinciales españolas o pistareens recibieron una valoración oficial, y en 1830 recibieron la misma estimación en el Alto y Bajo Canadá.

 El uso continuado de la moneda de cuño español y su general aceptación contribuyeron a frustrar las órdenes que las autoridades metropolitanas promulgaron, tras la independencia de las repúblicas hispanoamericanas, en el vano intento de sustituir el patrón monetario español por el esterlino, un fracaso que no se circunscribió a Canadá, sino que se produjo en la mayor parte de sus colonias americanas y asiáticas, plan que finalmente fue abandonado en favor del dólar, entendido en sentido amplio. Los pesos y, en menor medida, los doblones de cuño español tuvieron todavía una longeva vida monetaria en estos territorios.

 En estas circunstancias, pasamos a estudiar algunos ejemplos de su representación en los billetes en circulación en el territorio. Todos los estudiados fueron emitidos en el año 1837. En el Alto Canadá se ordenó la desmonetización de las monedas británicas de plata deterioradas, de las coronas y medias coronas francesas y de las pesetas provinciales españolas. Ante la escasez de moneda menuda de plata, las pesetas siguieron circulando a pesar de que en 1837 en teoría habían sido recogidas, remitidas a España y reemplazadas por medios y cuartos de dólar estadounidenses. En 1839, en el Bajo Canadá, la moneda más común en circulación seguía siendo el real de a ocho u otros dólares, encontrándose en la circulación también monedas de cuatro, dos y reales sencillos e incluso una cantidad relativamente importante de pesetas provinciales españolas.

 El primer ejemplar estudiado procede de los fondos del Banco de Canadá, con número de identificación 1974.0235.00147.000. Se trata de un billete con valores faciales de 15 peniques esterlinos, treinta sueldos franceses y un cuarto de dólar que, como consta por la reproducción de la moneda española que porta, se correspondía con una peseta columnaria de dos reales. Emitido por la compañía John Thomson & Co a una sola cara el 20 de diciembre de 1837, se trata de un billete comercial impreso en el Bajo Canadá, en la ciudad de Lapraire, por el impresor Adolphus Bourne, de 169 x 82 mm.

 En el mismo se reproduce, a la izquierda de la moneda representada en inglés y a su derecha en francés, la promesa bajo demanda de pagar a su portador los citados treinta sueldos en billetes de banco de curso legal. En cuanto a la moneda representada, se trata como hemos comentado de una peseta columnaria, acuñada en la ceca de Lima y con siglas de ensayador IJ, que se corresponden a Ignacio Zenón Gálvez y Juan Martínez de Roxas, que acuñaron moneda entre los años 1787 y 1803 a nombre de Carlos III y Carlos IV.

 Pasamos a estudiar algunos ejemplos de una serie copiosa y variada de emisiones de otros billetes comerciales impresos por la Destilería de San Dionisio, Distillerie de St. Denis, también en el Bajo Canadá y en la ciudad homónima, siendo la empresa emisora Wfd. Nelson & Co y la compañía que los imprimió la imprenta de Louis Perrault. El primero que reproducimos de la serie tiene un valor facial de 10 –corregido sobre 12- sueldos o 5 peniques, y su fecha de impresión fue el 22 de julio del año 1837. Como el anterior, es un billete promisorio bilingüe que faculta al tenedor a cobrar en billetes del Banco de Montreal esa cantidad, siempre que la misma no sea inferior a una piastra –nombre francés del real de a ocho-, o cinco chelines.

 La moneda representada es un real de los conocidos en las colonias británicas americanas como de cruz, emitido en Madrid en 1738, en tiempos de Felipe V. Aunque no son visibles las siglas de la ceca y de los ensayadores, por estar las mismas representadas en el anverso de la moneda, la marca de ensaye JF de estas piezas en Madrid se corresponde a Juan Josep Caballero y Fernando Vázquez, y en la ceca de Sevilla, la representada, las siglas PJ, a Pedro Remigio Gordillo y José Antonio Fabra.

 Otro ejemplar impreso el 9 de octubre de 1837, curiosamente con la mayor parte de las N mayúsculas invertidas, con un diseño muy diferente al visto para el ejemplar anterior y con un facial de 15 sueldos o 7 ½ peniques La moneda representada, en negro, es un real sencillo de la ceca de Santa Fe Nuevo Reino con siglas de ensayador JF, que se corresponden con Juan José Truxillo y Mutienx y Francisco Rodríguez.

 El siguiente billete, de 30 sueldos o un chelín y tres peniques emitido el 22 de julio de 1837, reproduce la misma peseta columnaria reproducida en el billete de John Thomson & Co.

 La siguiente serie que estudiamos es la emisión realizada en Montreal por The Camplain and St. Laurence Railroad, la empresa que en 1836 abrió la primera línea férrea en Canadá. En este caso, mostramos un bloque sin cortar en el que aparecen dos ejemplares de 15 sueldos o 7 ½ peniques, otros dos de 30 sueldos, ¼ de dólar o 15 peniques y por último dos más con facial de un escudo o 2 chelines y 6 peniques. Con un cuidado diseño en el que destacan una preciosa reproducción de una locomotora antigua, y fecha de emisión de 1 de agosto de 1837, fueron impresos por Rawdon, Wright & Hatch, de Nueva York.

 En el ejemplar de 15 sueldos se representa un real sencillo de la Casa de Moneda de México, con sigas de ensayadores FF, que se corresponden a Francisco Antonio de la Peña y Francisco Arance y Cobos, activos en esta ceca entre los años 1774 y 1788, sobre moneda de Carlos III. En el de 30 sueldos aparece la reproducción de una pieza de dos reales de Lima, con siglas de ensayador IJ, también la misma moneda representada en el primer billete visto de John Thomson & Co.

 El último de ellos, con valor facial de un escudo, reproduce un medio peso de cuatro reales de Potosí con siglas PJ. Las mismas se corresponden con los ensayadores Pedro Prudencio de Esquerrenea y Juan Palomo Sierra, sobre moneda de Carlos IV y Fernando VII entre los años 1803 y 1825, y por tanto en algunas de las últimas monedas acuñadas a nombre del monarca español en la América continental.

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