miércoles, 20 de julio de 2022

La moneda en los Países Bajos españoles durante la Guerra de Sucesión

 Publicado en Crónica Numismática, 20 de julio de 2022

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Tras la muerte de Carlos II de Habsburgo sin descendencia y la instauración de la Casa de Borbón en España, la Gran Alianza formada por Inglaterra, las Provincias Unidas, el Sacro Imperio, Prusia y la mayor parte de los estados alemanes, a los que posteriormente se unirían Portugal y el Ducado de Saboya  declararon la guerra a España y a Francia. Si bien los primeros enfrentamientos se produjeron en las zonas fronterizas de los aliados con Francia, finalmente el conflicto devino en un enfrentamiento civil cuando se extendió al territorio peninsular español.

 Felipe V no fue bien acogido en los Países Bajos, principalmente por la política centralista de inspiración francesa que aplicó desde que por Decreto de 2 de junio de 1702 se suprimieron los Consejos Colaterales. La primera fase de la guerra se desarrolló en el Sacro Imperio, por lo que no afectó al Flandes español, lo que cambió tras la victoria aliada en Ramillies el 19 de mayo de 1706. Los partidarios de Felipe V abandonaron Bruselas precipitadamente y el pretendiente Habsburgo restableció el régimen anterior, ganándose con ello el favor de sus súbditos.

 Durante la primera fase de la guerra se acuñó moneda a nombre de Felipe V en los Países Bajos españoles tanto en oro como en plata. El sistema monetario flamenco era heredero de la su propia tradición medieval, y se había conservado durante el reinado  de los Habsburgo españoles. En estas primeras emisiones a nombre de Felipe V se mantuvieron los tipos de las emisiones anteriores, siendo la principal novedad la inclusión del escusón de Borbón de la nueva dinastía reinante en el escudo de la Monarquía española.

 La moneda de plata acuñada consta de varios faciales, siendo las de valor más pequeño los escalines, batidos en las Casas de Moneda de Amberes, en Brabante, y en la ceca flamenca de Brujas en 1704, y en la primera de ellas también en 1705. En su anverso encontramos un león rampante con escudo y espada en alto a izquierda, y la leyenda PHILIPPUS V D G HISP ET INDIAR REX, y en su reverso las armas de la monarquía sobre cruz de Borgoña, el año de acuñación repartido en ambos lados y la leyenda BURGUND DUX BRABANT.

 En la ceca de Amberes se acuñaron ducatones y medios ducatones en 1703 y 1704, con busto del monarca con peluca a derecha en anverso, escudo del monarca en reverso flanqueado de dos leones, y leyendas iguales a las vista para los escalines, que se repiten asimismo en todas las series monetarias. En esta misma ceca se labraron igualmente patagones, y medios patagones en la de Brujas, desde 1702 a 1705, con un tipo en el que aparecía en su anverso la cruz de Borgoña, rodeado por dos monogramas coronados del soberano, y en su reverso el escudo del monarca coronado y rodeado por el Toisón de Oro.

 En cuanto a las monedas de oro, se acuñaron entre 1703 y 1706 soberanos y medios soberanos, en la ceca de Brujas únicamente en 1704 y en la de Amberes entre estos años. En su anverso aparece el retrato del rey coronado a derecha, y el su reverso escudo de la Monarquía coronado y rodeado del Toisón de Oro. También se acuñaron medios ducatones de oro en la ceca de Brujas, con igual diseño que los medios ducatones de plata antes vistos, en 1704, y ducatones de oro con diseño igual al de las monedas argénteas de la misma denominación, en Amberes entre 1703 y 1705 y en Brujas en 1704.

 Tras la batalla de Ramillies el 19 de mayo de 1706, los Países Bajos españoles fueron ocupados por las tropas aliadas, conservando las tropas borbónicas el control de Namur, Luxemburgo y una parte del Hainaut. En Namur, entre los años 1709 y 1710, se instauró un taller de acuñación, con marca de ceca con un pequeño  león, donde se batieron a nombre de Felipe V liards y dobles liards, de hasta tres tipos diferentes, hasta la cesión de sus derechos por indicación de su abuelo Luis XIV al duque Maximiliano Manuel de Baviera en junio de 1711. Se acuñaron asimismo escalines de plata con los mismos tipos vistos en las otras cecas en 1709 y 1710.

 Así, aparecen liard simples y dobles con los escudos de Lorena, Borgoña Antigua y Brabante en forma de cruz alrededor un pedernal coronado, y en su reverso el escudo coronado de la Monarquía, acuñadas bajo su título del Duque de Brabante. Otro tipo, que aparece en los dobles liards, tiene el mismo reverso mientras que en su anverso se encuentra labrado el busto a derecha de Felipe V con gran peluca a lo Luis XIV, batido en 1709.

 Mientras tanto y provisionalmente se constituyó el 21 de julio de ese mismo año por los aliados un Consejo de Estado, compuesto de magistrados y nobles flamencos, que gobernó el territorio hasta que por el Tratado de Utrecht y Rastatt los Países Bajos “llamados comúnmente españoles” fueron entregado al en ese momento ya emperador Carlos, junto con algunas plazas del norte de Francia cedidas por Luis XIV, y recuperaron como antes se dijo sus instituciones tradicionales.

 Cuando Luis XIV convenció a su nieto Felipe V para que cediese sus derechos sobre los Países Bajos a Maximiliano Manuel de Baviera, lo que sucedió en junio de 1711, en un primer momento Maximiliano mantuvo los tipos anteriores de Carlos II y Felipe V en las emisiones de los soberanos de oro, si bien en 1713 introdujo nuevos tipos de influencia francesa, con su busto en anverso y sus propias armas en su reverso. En las piezas acuñadas en plata mantuvo asimismo los tipos de los monarcas españoles que le precedieron.

 El 7 de mayo de 1714 se ordenó por Maximiliano la emisión de moneda en ambos metales en la cuantía de quinientos mil florines, en soberanos y medios soberanos de oro y plata y escalines y medios escalines de este mismo metal, fijándose en la misma norma su ley y peso. La moneda se acuñó a molino, dado que en un inventario fechado en Bruselas el 2 de diciembre de 1713 se citan cinco presas de volante con su utillaje y un balancín con dos bolas de plomo, así como laminadoras y otras máquinas, encargándose de su fabricación Van Soest y Blommaerts mediante asiento.

 Con la entrada de las tropas aliadas en los sucesivos territorios, las mismas cecas que habían batido numerario a nombre de Felipe V lo hicieron, manteniendo los tipos, a nombre de la nueva autoridad emisora, con los obvios cambios en los escudos del reverso, que volvieron a ser los tradicionales de la Monarquía española, la titulación del Pretendiente como Carlos III Rey de España y de las Indias y el obvio cambio del busto.

 Entre 1707 y 1711 se batieron escalines, patagones y medios patagones de plata y soberanos, dobles soberanos y ducatones de oro a nombre de Carlos III. La mayor parte de las nuevas emisiones de oro y plata se realizaron en la ceca de Amberes, acuñándose en Brujas exclusivamente patagones y medios patagones en el año 1709.

 Dado que las monedas acuñadas en Namur a nombre de Felipe V y de Maximiliano Manuel se podrían introducir en los territorios controlados por los aliados, las autoridades monetarias de Bruselas tomaron medidas represivas contra su recepción. Ello llevó a la desmonetización en 1712 de los liards acuñados en época de Carlos II y al cambio de la tipología, con la adopción del busto con peluca, y en su reverso un monograma con tres C entrelazadas, tipos que fueron imitados por el duque.

 Para saber más:

 CHALON, R.H.G., Recherches sur les monnaies des comtes de Namur, Bruxelles, 1860.

ECHEVARRÍA, M.A., Flandes y la Monarquía Hispánica. 1500-1713, Madrid, 1998.
VICENTI, J.A., Catálogo General de la moneda española, Imperio español (Europa), I ed., Madrid, 1976.

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