Publicado en UNAN Numismática nº50, 2023
https://www.academia.edu/100701622/Nomosatelia_Una_propuesta_de_nuevo_libro_colectivo_de_UNAN
Hace ya algún tiempo en uno de los hilos de la UNAN se abordó el tema de la relación entre la numismática y la filatelia. Ambas ramas del conocimiento humano comparten normalmente espacio comercial en los establecimientos que se dedican al coleccionismo, y también en el corazón de muchos de los que nos dedicamos al estudio y al puro coleccionismo. Desde que surgieron en el siglo XIX, los sellos postales o estampillas han sido frecuentemente fabricados y distribuidos por las mismas empresas y oficinas públicas que anteriormente se venían dedicando a la acuñación de moneda y a la impresión de los billetes. Es igualmente habitual encontrar tanto las monedas y billetes como los sellos en los mismos museos y salas de exposición públicos o privados de todo el mundo.
La nomosatelia, como agudamente ha bautizado
nuestro Promotor don Carlos Torres Gandolfi a la parte de la filatelia que
tiene como motivo principal la representación de la moneda, cuenta con miles de
ejemplos repartidos por todo el orbe. Es habitual que en cada Estado algunas de
sus emisiones vengan dedicadas a las monedas que históricamente se fabricaron o
circularon en su territorio, y que son parte indivisible de su propia cultura.
No faltan tampoco las representaciones de la propia moneda circulante en muchos
países. A ello tendríamos que sumar asimismo la representación en los sellos de
objetos premonetales, billetes o medallas, objetos también de la investigación
numismática.
No faltan tampoco emisiones híbridas o simultáneas de sellos y monedas en series dedicadas a una misma temática, como sucede por ejemplo en las que realiza cada año la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre española sobre lugares Patrimonio de la Humanidad. Existen igualmente emisiones filatélicas dedicadas a la Numismática y a Exposiciones y Congresos sobre la misma. Abundan también las representaciones de cuadros y obras de arte en los que la moneda, los útiles para fabricarla o destacados personajes ocupan un lugar destacado.
Desde su entrada en la circulación, los sellos de correos han tenido al menos una valoración en función de su facial. Por ello, son abundantes los casos en los que los sellos o estampillas han circulado como moneda, habitualmente por falta de circulante metálico menudo o billetes. Así, por ejemplo circularon profusamente durante la I Guerra Mundial en el Imperio Ruso, con emisiones ad hoc, y después de este conflicto en Alemania, ya en su formato original en papel o encapsulados, como sucedió durante la Guerra de Secesión norteamericana, o adheridos a distintas superficies, como tarjetas o discos de cartón, como en el caso de los sellos-moneda de la República española. Hay casos curiosos, como la representación de los sellos-moneda que circularon en la República Popular de Ucrania en emisiones monetarias de 2018. También aparecen juntos sellos y monedas, por ejemplo, los coincards emitidos por el Estado de la Ciudad del Vaticano.
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