Publicado en Oroinformación, 10 de enero de 2022
Las columnas de Hércules y la leyenda PLVS VLTRA, la divisa creada por el consejero milanés Luis Marliani para Carlos I, aparecieron en las primeras emisiones monetarias de los Reinos de las Indias españolas desde un primer momento, y acabaron convirtiéndose en el escudo particular y blasón de la América española. La moneda columnaria acuñada en estas cecas, y muy especialmente la conocida como de mundos y mares, fue la divisa de su época, con una aceptación mundial, siendo posiblemente la moneda que alcanzó la mayor difusión de la historia.
Ambas columnas fueron igualmente incluidas entre los blasones del reino de España en las emisiones monetarias en el siglo XIX, a ambos lados del escudo, apareciendo en las mismas hasta la adopción del euro. Hasta ese momento, su uso estaba reservado a las emisiones realizadas en plata nacional, que era la moneda acuñada en las cecas de los Reinos de las Indias, y no estaban representes en las monedas acuñadas en las cecas peninsulares, ni siquiera en las de plata gruesa, de cuatro y ocho reales.
No obstante, y muy especialmente durante el reinado de Carlos I de España y V de Alemania, estos motivos se utilizaron en otros territorios de la Monarquía en sus emisiones monetarias. Un precedente de este uso aparece en los reales sencillos acuñados para la expedición a Túnez de 1535, una masiva emisión en la que se reunieron en Barcelona monederos de Perpiñán, Zaragoza, Pamplona, Burgos, Valencia, Sevilla, Segovia y Toledo, con un diseño muy similar a los reales acuñados en la ceca de México a nombre de Juana y Carlos por estas mismas fechas. Dicha acuñación se llevó a cabo utilizando parte de los tesoros procedentes del Perú y del rescate cobrado de los príncipes de Francia. También en los reinos peninsulares, hubo una emisión de moneda de vellón en cornados, moneda propia de este reino, de la ceca navarra de Pamplona, en la que igualmente se representaron ambas columnas.
Las columnas fueron también utilizadas en las emisiones de varias Casas de Moneda de las posesiones italianas, tanto en las correspondientes a los reinos de la Corona de Aragón, como Sicilia y Nápoles, como en las imperiales, especialmente en la de Milán. Entre las primeras, tenemos una emisión de un piccolo siciliano, con el águila propia de las emisiones de esta ceca en su otra cara y la cinquina napolitana, en la que PLVS VLTRA aparece en la leyenda circular, y con un agnus dei en su otra cara.
En la ceca piamontesa de Asti se acuñaron testones a nombre del Emperador con estos motivos, con busto imberbe a derecha a la romana coronado en su anverso. Esta ciudad, que pasó a su dominio en 1525 tras la batalla de Pavía, fue unos años después, en 1531, cedida al Ducado de Saboya, a su prima y cuñada Beatriz de Portugal. Pero será en la Casa de Moneda de Milán, utilizada para la labra de moneda para los ejércitos imperiales, donde estos motivos se utilicen más asiduamente. Las encontramos en el reverso de los dineros de ocho sueldos con la imagen de San Ambrosio, patrón de la ciudad, en su anverso, en los cuartos de escudo con un precioso busto a la romana del emperador coronado de laurel en anverso, en los testones también acuñados en plata e incluso en los escudos sencillos y dobles de oro. La corona imperial representada en estas emisiones sugiere por su forma una mitra obispal.
Pero donde la representación de las columnas tuvo una mayor vigencia fue sin duda en la ceca francontesa de Besanzón, actual Besançon, donde se acuñó moneda a nombre de Carlos V durante los reinados de los sucesivos monarcas de la Casa de Austria hasta que, tras la invasión gala y una terrible guerra en la que murió o emigró la mayor parte de su población, fue anexionada por Francia por el Tratado de Nimega en 1678. Las columnas aparecen integradas en el escudo de la población, una ciudad imperial, con un águila con las alas extendidas entre dos columnas, en solitario o incluidas en el escudo imperial con el águila bicéfala, en las emisiones de vellón, plata y oro. Independientemente del monarca reinante, tanto las leyendas como la representación en busto o de cuerpo entero del anverso de la moneda hacen referencia en las emisiones de esta Casa de Moneda, como hemos dicho, a Carlos V, si bien pueden ser adscritas a dichos reyes por la fecha que se representa en la misma.
En el reinado de Carlos II, aunque también con precedentes en épocas anteriores, como sucede en las emisiones milanesas realizadas a nombre de Carlos V, encontramos algunas representaciones del otro motivo característico de los míticos columnarios, los orbes. Así, por ejemplo, el representado en un tari napolitano de 1684, bajo una corona real, un fascio y un cuerno de la abundancia, y muy especialmente en los dos orbes representados en un ducado también napolitano. En esta última moneda, ambos orbes se sitúan a ambos lados de un cetro central, a modo de columna, sobre el que se reproduce una corona real, como posteriormente encontraremos en los míticos reales columnarios, y la leyenda VNVS NON SUFFICIT en un cartel.
Podemos terminar este breve repaso haciendo mención a la representación de la moneda de mundos y mares como blasón propio de los Reinos de las Indias durante el reinado de José I Bonaparte en el cuartel inferior derecha del escudo, con las dos columnas a ambos lados de dos orbes, tanto en la moneda acuñada en oro como en plata, y a la inclusión de las columnas en la moneda batida en las cecas peninsulares durante el Trienio Liberal. Finalmente integradas en el escudo presente en las emisiones monetarias españolas, ambas columnas aparecen sin interrupción, como hemos comentado, desde el reinado de Isabel II en adelante.
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