Publicado en Crónica Numismática, 10 de junio de 2022
https://cronicanumismatica.com/la-utilizacion-propagandistica-de-las-medallas-por-las-provincias-unidas-en-la-guerra-de-los-80-anos/El pasado mes de noviembre la prestigiosa firma
Stack's Bowers Galleries incluyó en una subasta unas bellas medallas acuñadas
en el siglo XVI y a comienzos del siglo XVII dentro de la Colección E Pluribus
Unum. Dejando aparte las magníficas medallas con los bustos de Carlos I y
Felipe II, nos centramos en los bellos ejemplares que fueron labrados por las
Provincias Unidas, en rebeldía contra la Monarquía hispánica, en conmemoración
de las victorias obtenidas en el Nuevo Mundo.
Una primera visión de las mismas parecería mostrar que los holandeses estaban ganando esta guerra desigual. Pero, como podemos comprobar aún hoy en día, la verdad es la primera víctima de todo conflicto bélico. En primer lugar, porque la Guerra de Flandes fue principalmente una guerra de religión y civil entre flamencos protestantes opuestos al rey de España y flamencos católicos defensores del mismo, que convirtió los Países Bajos en un territorio sembrado de fortificaciones, en un enfrentamiento enquistado de 80 años de duración.
No menos cierto es que el poder naval de los neerlandeses no pudo hacer mella en los territorios ultramarinos de la Monarquía, repartidos por todo el mundo. De hecho, el siglo XVII vio un resurgimiento del poder naval hispano, con una alta productividad de los astilleros de la Cornisa Cantábrica y el uso de infantería de marina y de buques de guerra para proteger las flotas mercantes. Importante fue asimismo el papel de los corsarios, especialmente los del propio Flandes hispano, que hicieron un número elevadísimo de presas entre las flotas mercantes, pesqueras e incluso de guerra de las Provincias Unidas. Asimismo, el embargo general decretado en 1621 y que duró hasta 1647 redujo drásticamente el flujo de la plata hacia las Provincias Unidas y la totalidad del comercio holandés sufrió de escasez de moneda.
Cuando en 1621 terminó la Tregua de los Doce Años, los holandeses tenían previstas sus acciones de forma premeditada, y no escatimaron en gastos para atacar y ocupar las posesiones castellanas y portuguesas en el Nuevo Mundo. Los principales ataques de los neerlandeses se produjeron contra el eslabón más débil de la Monarquía, el Reino de Portugal. Su primera acción de relevancia fue la toma sin dificultad de Salvador de Bahía en 1624. La Corte reaccionó rápidamente, haciendo un impresionante despliegue para proteger las rutas comerciales portuguesas en América, África y Asia, enviando una expedición para recobrar Brasil que recuperó Bahía en 1625, rechazando un intento de invasión de Puerto Rico ese mismo año, defendiendo Angola y ocupando el norte de Formosa.
A pesar de ello, en el año 1628 los holandeses consiguieron tomar con un ataque sorpresa siete galeones y nueve pequeños mercantes en la Bahía de Matanzas, Cuba, consiguiendo con ello el mayor botín capturado a una Flota de Indias en toda su historia en oro plata y otras mercancías, por valor de 11.509.524 florines, algo que no volvió a producirse, por estar muy protegidas. En 1630 una nueva flota neerlandesa financiada con la presa anterior se dirigió a Brasil, siendo vencida en la conocida como Batalla de los Abrojos. A pesar de ello, los holandeses se hicieron fuertes en Bahía, no siendo expulsados de Brasil por los portugueses hasta el 6 de enero de 1654.
Las medallas de las Provincias Unidas
Esta medalla de bella factura se labró en 1599 para conmemorar la toma de la isla de Santo Tomás, ubicada en las actuales Islas Vírgenes estadounidenses. Realizada en plata, tiene un diámetro de 32,4 mm. y un peso de 11,8 gr En su anverso aparece el busto de Mauricio, Príncipe de Nassau, a derecha, con la leyenda latina MAVRITVS P AVR CO NASS CAT MARC VER ET VLIS, Mauricio, Príncipe de Orange, Conde de Nassau, de Catzenelleborger, Marqués de Vere y de Flessinger. Su reverso, anepígrafo, aparece ocupando su parte central una mujer desnuda sosteniendo una vela de barco, y al fondo un barco hundiéndose, la vista de un puerto y una figura con un tridente conduciendo tres caballos de mar.
La segunda de las medallas, de 1602, está fabricada en plata, con un diámetro de 51,9 mm. y un peso de 36,8 gr. En su anverso se reproduce una imagen de tres navíos a izquierda con las velas y las banderas desplegadas, con la leyenda circular POSSVNT QVAE POSSE VIDENTUR 16 MARTY 1602, Son capaces de hacer lo que parece serlo, 16 de marzo de 1602. En su reverso se reproduce la imagen de un caballo rampante sobre un orbe y ondas de mar, escapando del león heráldico español, y un castillo también heráldico en su parte superior. La leyenda, dentro de una cinta, reza NON SVFFICIT ORBIS, Un mundo no es suficiente.
La tercera de las analizadas fue acuñada en plata de gran módulo, 66,7 mm. y 54,7 gr., en 1624. En su anverso se reproduce el busto de Mauricio, Príncipe de Orange, rodeado de los escudos de las Siete Provincias, con el símbolo heráldico de un haz de flechas en su parte superior, y la leyenda en caracteres minúsculos MAURITIUS D G PRINCEPS AURIACAE COM NAFS EC PROV CONFAE GUB, Mauricio, por la Gracia de Dios Príncipe de Orange, Conde de Nassau y Gobernador de las Provincias Unidas. En su reverso viene grabado el escudo personal de Mauricio, coronado y rodeado de una corona de laurel, la leyenda IE MAINTIENDRAY, Lo mantendré, y el año de emisión y con privilegio, 16 CUM PRIVIL 24.
Las siguientes tres medallas, todas ellas acuñadas en plata, tienen como motivo la toma de una parte de la Flota de Indias en Matanzas, Cuba, en 1628, su mayor éxito naval durante este largo enfrentamiento. La primera de ellas, de 1628, tiene 63,8 mm. de diámetro y pesa 82,4 gr. En su anverso se reproduce el continente americano en su centro, parte del africano y del europeo, con los paralelos y meridianos marcados y leyendas alusivas al Trópico de Capricornio y a la línea ecuatorial, y la leyenda circular GENTES SERVIENT EI DONEC VENIAT TEMPUS QUO EADEM AB IPSO SERVITUTEM EXIGENT JER 27 V 7, una cita bíblica de Jeremías, 27, 7, que traducida afirma que Las naciones le servirán hasta que llegue el tiempo en que se sirvan de Él.
En su reverso aparece en su parte superior una escena de las dos flotas enfrentadas, con un número muy exagerado de navíos, por lo que antes hemos explicado. En su parte inferior aparece la leyenda latina VI ID SEPT CIC IC CXXVIII AVSPIC FOED REGIM BELG IN ET SUB MATANZA SINU CUBA INS REGIA CLASSE ARGENTEA REGNI NOVAE HISP, El 8 de septiembre de 1628 la Compañía de las Indias Occidentales bajo los auspicios de las Provincias Unidas de los Países Bajos y bajo el mando de Peter Heyn, el hijo de Peter, capturó cerca de Matanzas, una bahía de la Isla de Cuba, la Flota Real del Tesoro del Reino de Nueva España. La leyenda circular reproduce otra cita de Jeremías, FILIA BABIL QUASI AREA CALCABITUR AB AQUILONE TEMPORE MESSIS EIUS, La hija de Babilonia es como una era, será trillada desde el norte en el tiempo de su siega.
La siguiente de las medallas estudiadas está también fechada en 1828, con un diámetro de 60 mm. y un peso de 92,4 gr. En su anverso aparece el busto de Piet Pieterszoon Heyn, corsario neerlandés nombrado en 1623 vicealmirante de la flota de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales, y la leyenda PET PETRI HEINIVS FOED BELG ORD ARCHITHALASS, Peter Heyn, hijo de Peter, almirante de los Estados Unidos de los Países Bajos. En su reverso aparece una imagen del combate naval, y la fecha en exergo, siendo la leyenda circular que la rodea HEINIAH NVP SENSIT SPOLIATA MATANCA, Matanzas saqueada ha sentido últimamente el poder de la nación de Heyn
La tercera medalla que analizamos por esta misma temática fue labrada en 1629, tiene un diámetro de 58,8 mm. y un peso de 61,0 gr. En su anverso se reproduce una gran flota, con barcos grandes y pequeños, y la leyenda NON FERRO TANTVM HISPANVS QVANTVM VALET AVRO AVRVM AVFER FERRO NON SVPERABIT IBER, El español no es tan fuerte con la espada como con el oro: quítale el oro, el ibérico ya no ganará con la espada. Su reverso está totalmente ocupado por la leyenda INDICA CLASSE INTERCEPTA PAR TISQ SINE SANGVINE OPVLENTISSIMIS SPOLIIS AD CVBAE PORTVM HISPANORVM NVNC DAMNIS QVAM OLIM CAEDE NOBILIOREM FOEDERATAE BELGICO GERMANIAE PROCERES E GAZA CAPTIVA MONVMENTVM CVDI FECERVNT CIC DC XXIX CUM PRIVIL, Siendo tomada la flota de Indias, y riquísimo botín obtenido sin derramamiento de sangre, en la bahía de Cuba, ahora más festejada por la pérdida de los españoles que antes por su derrota, los jefes de las Provincias Unidas de los Países Bajos han hecho esta medalla que se acuñará de la plata capturada, 1629, Con privilegio.
La siguiente medalla, emitida en plata dorada, tiene fecha de 1631, un diámetro de 68.5 mm. y 62.2 gr. de peso. Fue acuñada en conmemoración de la toma de Pernambuco y otras victorias. En su anverso se representa a Federico Enrique de Orange-Nassau dentro de una orla coronada, rodeada por dos figuras alegóricas, la de la derecha con una palma y la de la izquierda sujetando un escudo, y la leyenda AUREA CONDET SAECULA, Fundó la Edad de Oro. En su reverso, muy historiado, se encuentra un león rampante, coronado y con espada y flechas en sus garras, rodeado de dos figuras alegóricas, dos ángeles en la parte superior y la representación en cuatro óvalos en la parte inferior de las victorias de Grol en 1627, Wesel en 1629, la vista de la Flota de la Plata en 1628 y la de 1630 en Pernambuco. La leyenda circular de la medalla es AVSPICIIS ADSIT VICTRIX CONCORDIA, CVM PREVIL, Que la paz victoriosa esté presente con sus auspicios, Con privilegio
Para terminar, no podemos dejar de citar en este pequeño estudio la moneda acuñada en plata en 1631 conmemorativa de las victorias holandesas en las Indias españolas. En el anverso se reproduce el busto de Federico Enrique de Orange a derecha, con la leyenda FREDER HENR D G PRINCEPS AVRIAC COM NASS, Federico Enrique, por la Gracia de Dios, Príncipe de Orange, Conde de Nassau. Curiosa es la representación de su reverso, en la que el león holandés ataca y está tumbando una de las columnas de Hércules, la de la izquierda, habiendo sido las mismas el escudo personal de Carlos I y posteriormente consideradas como el blasón de los Reinos de las Indias. Más indicativa de su carácter propagandístico es la leyenda, que reza HERCVLEAS VLTRA EXTV LIT COLVNAS, VTRAMQVE, Se ha extendido más allá de las columnas de Hércules, ha golpeado a cada una de ellas.
Bibliografía
recomendada
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