Publicado en Numismático Digital, 16 de septiembre de 2015
http://www.numismaticodigital.com/noticia/8780/el-origen-oriental-de-los-sellos-en-tinta.html
http://www.numismaticodigital.com/noticia/8780/el-origen-oriental-de-los-sellos-en-tinta.html
Los sellos de tinta
son de origen oriental, procediendo los más antiguos actualmente conservados de
China. Los sellos privados usados en China, conocidos como t’u-chang, y japoneses,
llamados ingyô, normalmente tienen forma cuadrada, y servían para confirmar
una firma o signo, pero no tenían la fuerza legal probatoria de identificación.
La generalización en la utilización del papel para los documentos y escritos
hizo que se fuesen abandonando las improntas en arcilla y fueran siendo
paulatinamente sustituidas por las de tinta, siendo sus tampones fabricados en
madera, jade o marfil.
Junto con la poesía,
la caligrafía y la pintura, la talla de los tampones de los sellos es una de
las cuatro artes tradicionales chinas, y una parte muy importante de su
patrimonio cultural. Los mismos, fabricados en piedra, hueso, madera, marfil,
cerámica o bambú, constan de un pomo o mango, el cuerpo o plataforma, los
costados o lados y la cara donde viene grabada la impronta. Durante la dinastía
Han, su realización se convirtió en una refinada expresión elitista de las
bellas artes tradicionales chinas. Para un sabio, tener su sello personalizado
suponía ofrecer una firma duradera, y su diseño se tomaba muy en serio, siendo
muy importante para su talla el conocimiento tanto de la caligrafía como de la
pintura. En Japón se conoce como Tenkoku
el grabado de estos sellos, y la antigua caligrafía kanji utilizada se conoce
como Tensho tai.
Normalmente, y aún hoy en día, se trata de
pequeñas improntas de uno a dos centímetros cuadrados, con menos de una docena
de caracteres. El color utilizado es el rojo, el color de la buena suerte para
los chinos, y es habitual que en las obras de arte antiguas se encuentren los
sellos de sus antiguos orgullosos propietarios. Los
caracteres de las leyendas normalmente aparecían en líneas, y hay una gran
variedad de motivos, diseños, fantasía y fraseología en las mismas. Una misma
persona podía tener varios sellos, usando en cada uno de ellos uno de sus
sobrenombres o apodos, especialmente aquellos que denotaban una mayor
espiritualidad.
Incluso hay un tipo
especial de caligrafía conocida como escritura
del sello, siendo su traducción literal escritura
del grabado decorativo. Esta caligrafía,
nacida en la Edad del Bronce y que evolucionó de la escritura de la dinastía Zhou, fue adoptada como escritura formal
en la dinastía Qin y se utilizó
ampliamente para los sellos y los grabados decorativos durante la dinastía Han. Hoy en día es ilegible para la
mayoría de la población, y sólo se utiliza en los campos de la caligrafía y
para fabricar los tampones de los sellos.
Históricamente, los
sellos, conocidos como Zhang y Zhang Yin, eran símbolos del poder
público. Posteriormente fueron utilizados por los
artistas y por los coleccionistas para marcar sus libros y obras de arte, en
los que, en un campo cuadrado, se indica el nombre de su propietario. La tinta
roja utilizada era fabricada con cinabrio, agua y miel, y estaba suspendida en
aceite de sésamo o de cáñamo, que se conservaba en unas almohadillas de algodón
o musgo.
Esta tinta se guardaba en un recipiente de porcelana, debía removerse con
frecuencia para evitar que se solidificase y, cuando no se usaba, debía
guardarse en una caja de madera.
La primera noticia que se tiene de un sello en China es del año
544 a.C., y los sellos de bronce que se conservan actualmente se fechan en el
siglo V a.C. Se supone que la práctica del sellado debe remontar unos cuantos
siglos más. Los caracteres emblemáticos estampados en las vasijas de bronce de
la dinastía Shang o Yin, la
segunda en la historia de China, en los siglos decimotercero a undécimo antes
de Cristo, implican la existencia de algún tipo de sello para imprimir en un
molde.
El sello imperial, así como otros de importantes personalidades
y oficinas, se conocen como hsi, mientras que los relativos a otros personajes y usos se
denominan chang.
El sello imperial hsi, llamado
pao desde
el período Tang,
que transcurre entre los años 618 y 907 de nuestra era, tenía forma cuadrada,
era grande y su tampón estaba fabricado en marfil o jade. Tanto en China como en Japón los sellos
modernos normalmente utilizan el tipo llamado chuan
shu o sello pequeño, quedando en el pasado los
sellos de tipo grande, como antes comentamos, reservados a los gobernantes y a
los altos funcionarios. El uso de sellos oficiales, y probable ente también
personales, en Japón se produce en el siglo VII de nuestra era, copiando las
instituciones chinas.
El sello imperial más famoso es el que perteneció a Shi Huang-ti, que gobernó China
entre los años 221 y 209 a.C. y comenzó la construcción de la Gran Muralla, que
en el pomo de su tampón tenía labrado un dragón de un solo cuerno. Al unificar
China, diseñó su escudo nacional, que fue tallado en jade blanco, y que se
conoce como Shi Bi. La inscripción fue escrita por el canciller y
calígrafo Li Si, y fue grabado por Sun Shou. Tras ser utilizado por las
subsecuentes dinastías imperiales como un
objeto que las legitimaba, el sello se perdió entre los reinados de los Tang y los Ming.
El estudio de los sellos de Extremo Oriente es muy importante
para los historiadores, especialmente el de los sellos chinos más antiguos,
dado que proporcionan muchísima información. Los sellos encontrados en los
yacimientos arqueológicos han arrojado luz sobre los nombramientos realizados
en la dinastía Han,
especialmente en el reinado de Han Wu
Ti, entre los años 107 y 87 a.C.
Bibliografía:
Menéndez Pidal de Navascués, F. Apuntes de Sigilografía española. Real Academia de la Historia. Ed. 1993.
Riesco Terrero, A. (Editor).
Introducción a la Paleografía y la
Diplomática General. Síntesis. 2000.
Artículos en
enciclopedias:
Seal. Encyclopaedia
Britannica. Vol.10. Micropaedia. 15th edition.
Sigilography. Encyclopaedia
Britannica. Vol. 20. Macropaedia. 15th edition.
No hay comentarios:
Publicar un comentario