Publicado en Revista UNAN Numismática Nº 16 - Enero-Febrero 2017, pp. 3-11.
Don Dinero
nacía en las Indias honrado, como jocosamente versaba Quevedo, pero no era, ni
mucho menos, en Génova enterrado. Por largos caminos y periplos navales una
parte importante de ella fluía hacia Oriente, uniéndose a la que llegaba
directamente a por el Galeón de Manila, y pasaba a manos de los comerciantes,
emigrantes y piratas chinos establecidos en la mayor parte del Sudeste
Asiático, a los sultanatos musulmanes de Indonesia o a la India. En el camino,
una parte se quedaba en los países árabes, en Persia y en el Imperio Turco
Otomano, o se utilizaba de circulante en las colonias y asentamientos
ultramarinos de las monarquías europeas.
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