Publicado en Oroinformación, 23 de diciembre de 2021
https://oroinformacion.com/la-revolucion-de-la-produccion-de-plata-con-el-beneficio-del-patio-de-bartolome-de-medina/Con el descubrimiento
en 1555 del conocido como Beneficio del Patio por Bartolomé de Medina en
Pachuca, Nueva España, se produjo una verdadera revolución en la minería
argentífera, ya que permitió el beneficio de los minerales de baja ley y un
incremento exponencial de la producción de plata en el virreinato. El alto
coste del mercurio o azogue, que debía ser importado de la mina de Almadén,
llevó al estudio y a la adopción de nuevas innovaciones sobre el método de la
amalgamación que abarataron dichos costes, y que hicieron que el mismo fuese el
utilizado en Nueva España, Perú y otros países hasta bien entrado el siglo XIX.
Encontramos asimismo referencias a dicha amalgamación en la obra de los médicos persas al-Razi y Avicena, así como en San Isidoro de Sevilla, en los escritos de importantes Padres de la Iglesia e incluso en el “Libro del Tesoro” atribuido a Alfonso X el Sabio. A comienzos del siglo XVI se realizaron experimentos para la amalgamación de oro en Italia, y se editaron libros en Alemania que trataban sobre la amalgamación del oro y la plata.
En los Reinos de las Indias se habían encontrado ricos yacimientos mineralógicos en Mesoamérica y en la cordillera andina, que produjeron en sus primeras fases oro y plata en estado nativo. Pero poco después, ya a mediados del mismo siglo XVI, en los mismos se encontraban menas secundarias, para cuyo beneficio el método de fundición no era rentable. Además de los crecientes gastos, se trataba de una actividad insalubre, dado que se debía de fundir el mineral día y noche.
Bartolomé de Medina es considerado el metalurgista empírico más importante del siglo XVI. Según su propio testimonio, tuvo noticia de dicho método por sus conversaciones con un alemán, un tal Maese Lorenzo, poniéndolo en práctica para recuperar los metales preciosos que se hallaban entrelazados en los retazos inservibles de tejidos. Dado que seguramente tuvo noticia de la necesidad de un nuevo método para las minas del nuevo Mundo, se trasladó a Nueva España dejando en su tierra a su mujer e hijos para ponerlo en práctica.
Se dirigió a Pachuca, donde un propietario de varias minas, Hernando de Rivadeneyra, le proporcionó el lugar donde pudo poner en práctica su sistema de beneficio por amalgamación. Una vez allí tardo más de un año en poner a punto su método, en un terreno situado en la falda del cerro de La Magdalena, y utilizando el caudal del río Pachuca para obtener la ineludible energía hidráulica para los necesarios molinos que requería la forzosa molienda del mineral argentífero para el posterior tratamiento con azogue. Fundó un establecimiento permanente, una hacienda llamada por él mismo “Nuestra Señora de la Purísima Concepción”. En la misma se produjo el descubrimiento de su método, el conocido como Beneficio del Patio.
Este capital descubrimiento estuvo en el origen de la revolución de los procedimientos metalúrgicos en los Reinos de las Indias españolas. De este método se derivaron otros hitos, que llevaron a la adaptación del uso del beneficio por azogue a los diversos minerales argentíferos presentes en cada uno de los yacimientos y las mejoras técnicas en los procesos llevadas a cabo por otros investigadores, tendentes a economizar y recuperar el necesario mercurio y facilitar la molienda del mineral mediante otros tipos de molinos, de sangre –con mulas- o eólicos.
Igualmente, hacia 1571 Pedro Fernández de Velasco introdujo el método en el virreinato meridional, adaptándolo a los minerales y a las condiciones climáticas de la Provincia de Charcas y Potosí, donde la producción comenzaba igualmente a decaer, por el conocido como el Beneficio de Cajones. Simultáneamente se fueron produciendo mejoras técnicas, como la introducción de herramientas de hierro y acero en el laboreo de las minas peruanas, el descubrimiento de las minas de Huancavelica, las mejoras realizadas en la mina ciudadrealeña de Almadén y la facilidad en el transporte y el estanco del necesario azogue.
Capital fue igualmente el método de
amalgamación en caliente descubierto en Potosí por el onubense Álvaro Alonso Barba, puesto en conocimiento del público
en su magnífica obra “Arte de los Metales”, publicada por
primera vez en Madrid tras recibir el beneplácito del Consejo de Indias en
1640. Esta obra tuvo continuas reediciones y rápidamente fue traducida al
inglés, francés y alemán, haciendo de este magnífico libro uno de los hitos
fundamentales de la metalurgia europea y universal.
GARCÍA MENDOZA, J.,
“Dos innovaciones al Beneficio de plata por azogue en el siglo XVI”,
Estudios de Historia Novohispana, nº. 19, 1998, pp. 133-143.
PUCHE RIALT, O.,
MAZADIEGO, F., MARTÍN DÍEZ, M., “Los procesos de Amalgamación a través de los
tiempos”, Boletín Geológico y Minero, Vol. 107-1, 1996, pp. 90-100.
SÁNCHEZ GÓMEZ, J., “La introducción del procedimiento de extracción de plata por medio del mercurio (Procedimiento del Patio) en España”, en HORMIGÓN, M. (ed.), Actas del II Congreso de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias, Jaca, 27 de septiembre-1 de octubre, 1982, pp. 293-302.
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