Publicado en Crónica Numismática, 26 de noviembre de 2022
https://cronicanumismatica.com/acunaciones-en-cataluna-y-palma-de-mallorca-durante-la-guerra-de-independencia-1808-1814/Durante
este largo y sangriento conflicto bélico, conocido en textos catalanes como
Guerra del Francés, encontramos emisiones monetarias tanto en el territorio
controlado por las tropas napoleónicas como en aquellos que combatían contra
los mismos. En el primero de los casos, se acuñó moneda en oro, plata y vellón
en la Casa de Moneda de Barcelona. En el segundo de ellos, encontramos
emisiones de la Junta Superior del Principado, en la Casa de Moneda de Palma de
Mallorca y varias emisiones de Juntas locales de Cataluña, como Gerona, Lérida,
Tarragona y Tortosa.
Las
emisiones de la ceca barcelonesa
Tras la proclamación de José I Bonaparte
como rey de España, se constituyó en
Lérida la Junta Superior del Principado contra el gobierno josefino, que
rápidamente consiguió el apoyo de numerosas poblaciones catalanas. El general
Philibert Guillaume Duhesme optó ante esta situación por encerrarse en
Barcelona, donde debido a su aislamiento y a las graves dificultades monetarias
y económicas ordenó nuevas acuñaciones de moneda. La reapertura de la ceca
barcelonesa fue decida por el Capitán General de Cataluña, don José de
Ezpeleta, con la convocatoria de una Junta el día 20 de agosto, compuesta por
el Real Acuerdo, El Caballero Intendente, la Junta de Moneda y el Ayuntamiento
de la ciudad.
Con ello se facultaba a sus habitantes a
convertir en moneda provincial sus alhajas y vajillas. En virtud de ello, se autorizaba
a acuñar escudos dobles de cuatro duros y sencillos de a dos duros, y en plata
pesos duros, medios duros, pesetas y medias pesetas. En cobre se batiría moneda
de a cuatro y dos cuartos, cuartos y ochavos. Toda la moneda emitida debía
serlo con exacta conformidad en peso, ley y tamaño de lo acuñado en la ceca de
Madrid.
Esta moneda provincial tuvo un diseño
totalmente novedoso, dado que, en vez de utilizar los tipos al uso en las
emisiones españolas. Al ser una moneda provincial, con libre curso en la
provincia, incluyó en su anverso las armas de la ciudad, un escudo romboidal
cuartelado con cruces de San Jorge y las barras, y la leyenda EN BARCELONA, sin
referencia a la autoridad emisora, algo que como pone de manifiesto el profesor
de Francisco carece de precedentes. Tampoco se utilizaron las denominaciones
oficiales de las monedas, sino las coloquiales, tales como peseta o cuarto.
Poco antes de oficializarse la anexión de
Cataluña al Imperio, el 29 de noviembre de 1811, se autorizó la emisión de la
última de las especies de las monedas acuñadas en Barcelona, respetando los
tipos utilizados desde 1808, las 20 pesetas de oro. La acuñación de estos tipos
monetarios se mantuvo en la Ciudad Condal hasta el 30 de mayo de 1814 sin
variar los tipos fijados en la Junta de 1808. Esta moneda, según de Francisco,
únicamente circuló intramuros, dado que fue rechazada en el comercio catalán.
Las
monedas emitidas por la Junta Superior del Principado
Las mismas y acuciantes necesidades
económicas y monetarias llevaron a la Junta Superior a permitir la emisión de
moneda provincial. Mientras que en un primer momento la misma se delegó en las
Juntas Locales, en marzo de 1809 se decretó la unificación de los tipos y la
acuñación por parte de una nueva ceca, la de Cataluña, con marca C. El primer
lugar donde se acuñó esta moneda fue en Reus, entre febrero de 1809 y agosto de
1810, para posteriormente batirse la moneda en Tarragona, entre esta última
fecha y mayo de 1811, y finalmente en Palma de Mallorca, hasta 1814, donde la
Junta se refugió en agosto de 1811 con el avance napoleónico.
A diferencia de lo visto para el caso de las
emisiones barcelonesas, los tipos utilizados son en todo conformes con las
generales de la Monarquía en las monedas de oro y plata. En cuanto a la moneda
de cobre, es de tipo provincial, con las armas de Castilla y León cuarteladas
en el anverso y el nombre del monarca como rey de España, y en su reverso las
barras de Aragón, habiendo servido como modelo para la misma los ardites
acuñados en Segovia por Fernando VI en 1756 para su circulación en Cataluña.
Las
emisiones locales
Las primeras de estas acuñaciones, que
pueden considerarse como Monedas de Sitio, fueron labradas en la sitiada Gerona
por orden de su Junta de Gobierno de 18
de diciembre de 1808. Para ello se ordenó recoger la plata de las iglesias y
particulares, para batirse piezas de un duro y medio duro, con un valor de una
libra, 17 sueldos y 6 dineros para los duros y de 18 sueldos y 9 dineros para
los medios duros, que finalmente no se llegaron a emitir.
Los duros presentan dos tipos distintos. El
primero de ellos es un cospel de plata punzonado en anverso con FER VII y en el
reverso el nombre de la ciudad, GNA, el año de emisión, 1808, y su valor, UN
DURO. El segundo mantiene la tipología oficial, con busto del monarca con manto
y armadura y leyenda FERNANDO VII REY DE ESPAÑA en el anverso y escudo
cuartelado de castillos y leones en reverso y la leyenda GERONA AÑO DE 1809, y
el valor 5 P(esetas). Destaca en las mismas el uso del castellano en sus
leyendas, así como el de los nombres coloquiales de las emisiones.
En Lérida, donde como antes se comentaba se
constituyó la Junta Superior del Principado, la Junta Corregimental de Defensa
decidió en abril de 1809 la emisión de una moneda de necesidad, para lo que se
conminó a los vecinos a entregar la mitad de la plata que tuviesen en su poder.
Los valores de esta acuñación y los tipos son similares a los vistos para el
primer tipo de Gerona, con el escudo de la ciudad en el reverso, y a los de la
segunda, salvo el obvio cambio de la plaza de acuñación y que el monarca porta
solamente manto.
También se acuñó moneda de necesidad desde
febrero de 1809 en Tarragona, con tipos similares a los usados en la primera
emisión de Lérida, con escudo de Cataluña en el reverso y sin mención a la
plaza de emisión. Otra emisión posiblemente realizada durante el sitio de esta
plaza fue la de Tortosa, en diciembre de 1810, en una acuñación unifaz de duros
en cuyo anverso aparecen el nombre apocopado de la ciudad TOR.SA, su valor, 1
DURO y las armas de la ciudad, sin ninguna mención a la autoridad emisora ni al
año de su labra.
Las
acuñaciones de Palma de Mallorca
La Junta Superior del Gobierno del Reino de
Mallorca aprobó ya el 17 de agosto de 1808 la acuñación de duros punzonados de
forma octogonal, y posteriormente, desde septiembre de 1808, dos modelos
diferentes de duros circulares similares para los vistos de las piezas de
necesidad catalanas, pero con su valor expresado en sueldos, 30 S(ous), y en el
reverso el escudo de la ciudad de Palma. En 1812, según Decreto de 26 de
febrero de ese mismo año, se acuñaron 25.000 pesos en piezas de un sueldo o
seis cuartos, del mismo tamaño que una peseta, con retrato del rey en anverso y
la leyenda FERDIN VII DEI GRATIA 1812 y en el reverso la cruz larga de Mallorca
y la leyenda HISP ET BALEARIUM REX.
En cuanto a las emisiones llevadas a cabo
por la Casa de Moneda de Cataluña desde su traslado a Palma de Mallorca el 2 de
junio de 1811, son todas las conocidas batidas en oro entre este año y 1814,
tanto los dos escudos o doblones acuñados en todos los años como las onzas de
ocho escudos emitidas en 1813 y 1814. Igualmente se acuñaron en esta ciudad
piezas de ocho, cuatro, dos y un reales, así como medios reales, con el busto
común grabado por Félix Sagau. Asimismo se labró moneda de cobre.
Para
saber más
BELTRÁN MARTÍNEZ, A., Emisiones monetarias de la Guerra de la Independencia española,
Zaragoza, 1959.
FRANCISCO OLMOS, J.M., “La moneda en la
Guerra de la Independencia (1804-1814). Documento político e instrumento de
guerra”, Cuadernos de Investigación
Histórica, nº25, 2008.
GOIG, E., La moneda catalana de la Guerra de la Independencia (1808-1814),
Tortosa, 1974.
GRACIA LORÉS, P., Los Libros de Cuentas de la Casa de la Moneda de Barcelona durante la
Guerra de la Independencia (1808-1814), Barcelona, 2007.
LLUIS Y NAVAS BRUSI, J., “Las
características de la moneda de la Guerra de la Independencia”, NUMISMA, nº26, 1957.
MATEU Y LLOPIS, F., Las emisiones monetarias de la ciudad de Gerona de 1808 y 1809, según
documentos de su archivo municipal, Anales del Instituto de Estudios
Gerundenses, 1959.
SALAT, J., Tratado de las monedas labradas en el Principado de Cataluña con
instrumentos justificativos, Barcelona, 1818.