Publicado en Crónica Numismática, 5 de marzo de 2021
Es sobradamente conocida la adopción por
parte de los fundadores de Estados Unidos del real de a ocho de cuño español o
peso como la moneda de la nueva nación, así como también la adopción por parte
de las autoridades británicas de Canadá de la misma como patrón monetario para
este territorio desde 1765. Mientras que los pesos españoles tuvieron curso
legal en Estados Unidos hasta el año 1857, en algunas regiones de Canadá
seguían circulando incluso a finales del siglo XIX.
Tal fue el motivo para que el Congreso Continental aprobase para financiar su Guerra de Independencia el 3 de mayo de 1775 la emisión de tres millones de estos pesos o dólares en billetes, siendo la primera emisión de la nueva república. En los mismos consta expresamente que su tenedor estaba facultado a recibir esa cantidad en spanish milled dollars, reales de a ocho españoles realizados a volante, para diferenciarlos de los anteriores acuñados a martillo, cobs o moneda macuquina, o su equivalente en oro o plata.
Nuevas emisiones se aprobaron el 29 de noviembre, por otros tres millones de dólares, y entre febrero y noviembre del año siguiente se aprobó la emisión de diecinueve millones más. Nuevas emisiones se fueron aprobando y con ello produciendo una grave inflación del papel moneda en relación con los pesos españoles de plata, hasta que finalmente el 18 de marzo de 1780 el Congreso Continental aprobó el diseño de los nuevos billetes y su cambio a razón de cuarenta dólares antiguos por uno nuevo, y finalmente solo fueron redimibles a una centésima parte de su valor en bonos con intereses.
El primer ejemplar que mostramos es un billete emitido por el Tesoro de Virginia conforme a la Ordenanza del Consejo de 6 de mayo de 1776. El mismo tiene un valor facial de cinco pesos españoles, si bien las emisiones de este año fueron de 1/6, 1/3, 2/3, 1, 4, 5, 6, 10 y 15 dólares. En su parte izquierda se representa a la Libertad pisando a un enemigo, y bajo esta representación en una orla circular la leyenda CINCO –MUERTE A LOS FALSIFICADORES- DÓLARES, y otra trasera en la que se representa el escudo de España común en los reales de a ocho españoles.
Por su rareza, también incluimos esta emisión de Virginia de 17 de julio de 1775, con un valor facial de un chelín y tres peniques, o una pistereen. Pistareen, con variantes en su escritura, es el nombre con el que se conoce a las pesetas provinciales españolas, las acuñadas en las cecas peninsulares para su uso interior y que no llevaban columnas. Estos reales sencillos y pesetas provinciales tuvieron una amplia circulación en todas las colonias británicas de América y en los Estados Unidos, siendo en muchos de ellos al menos hasta el primer tercio del siglo XIX la moneda más común en circulación.
Numerosos bancos privados emitieron durante la primera mitad del siglo XIX billetes fraccionarios o de bajo valor facial. Es el caso de un billete de 50 céntimos de facial del Banco de Utica, Michigan, de 1838., impreso por S. Stiles, Sherman & Smith de Nueva York. En el mismo se reproduce una pieza de 4 reales de Potosí, con marca de ensayador PJ, la misma moneda que veremos más adelante reproducida en un billete del Banco del Estado de Alabama.
Un billete grabado por Durand & Company sin fechar, de The Dixon Hotel Company de 3 dólares de facial, sin fechar pero con la referencia Chartered by the State of Illinois 1837, reproduce tres reales de a ocho de la ceca de México, con siglas FM, que se corresponden a los ensayadores Francisco Arance y Cobos y Mariano Rodríguez, en monedas de Carlos III y Carlos IV, entre los años 1783 y 1807.
Entre los billetes que contienen en sus motivos reproducciones de moneda española, tanto en Estados Unidos como en Canadá, destacan por la variedad de ellos grabados los realizados por la firma de grabadores de billetes Rawdon, Wright & Hatch de Nueva York, en los que en varias ocasiones se incluyen monedas españolas de ocho reales o fraccionarias en su diseño o impresión, que estudiaremos por orden cronológico.
Entre ellos podemos citar en primer lugar dos emisiones del Banco de Alabama, Tuscaloosa. El primero de ellos está firmado a mano el 1 de septiembre de 1838, y tiene un valor facial de 12 ½ céntimos, equivalentes a un real español. En su parte inferior derecha incluye la reproducción de un real de la ceca de México, con siglas de ensayador FF. Las mismas se corresponden con los ensayadores Francisco Antonio de la Peña y Francisco Arance y Cobos, activos en la ceca de México entre los años 1774 y 1788, durante el reinado de Carlos III.
Otro billete del mismo banco sin fechar, con un valor facial de 75 céntimos, combina dos monedas de cuño español en su parte izquierda, para completar el valor correspondiente a seis reales. Una de ellas es una pieza de 4 reales acuñada en Potosí, con marca de ensayador PJ, que se corresponde con Pedro Prudencio de Esquerrenea y Juan Palomo y Sierra, sobre moneda de Carlos IV y Fernando VII entre los años 1803 y 1825. La otra es una moneda de 2 reales de la ceca de Lima, con siglas IJ, que se corresponde a los ensayadores Ignacio Zenón Gálvez y Juan Martínez de Roxas, sobre monedas a nombre de Carlos III y Carlos IV entre los años 1787 y 1803.
Fue asimismo común combinar varias monedas superpuestas en el diseño. Este es el caso de este ejemplar de la Oficina de Cambios de Holley Springs, Mississippi, de tres dólares de valor facial, en el que la moneda que aparece en primer lugar y con mayor detalle es un dólar norteamericano, mientras que tras el mismo aparecen dos reales de a ocho de la ceca de México, con siglas FM, como vimos utilizadas entre los años 1783 y 1807.
El mismo recurso se utiliza en este billete del Banco de Manhattan, Ohio, de cinco dólares de facial y fecha 1 de mayo de 1840, pero en este caso se reproducen en su parte derecha cinco pesos de la ceca de México, FM, del mismo tipo reproducido en el billete anterior.
Y lo mismo puede decirse del ejemplar del Mystic Bank de Mystic, Connecticut, de fecha 1 de agosto de 1858 y dos dólares de valor facial. Como en el ejemplar visto de Holley Springs, se representa en su parte izquierda al frente un dólar de la Unión, mientras que detrás suyo se puede observar nuevamente un peso de la ceca de México con marca de ensayador FM.
Otro billete diseñado por la misma casa Rawdon, Wright & Hatch para la ciudad de Natchez, Mississippi, de cincuenta céntimos de facial y fechado el 9 de julio de 1862, muestra en su parte derecha la reproducción de una pieza de cuatro reales de Potosí, con siglas PJ, la misma moneda que la vista en el segundo billete del Banco de Alabama antes visto.
Encontramos una magnífica serie en los billetes emitidos por la Sociedad de Fondos de Ahorro de Portsmouth, Virginia, de 1861, recién comenzada la Guerra de Secesión. En los mismos, de valor facial de medio, uno y dos dólares se reproduce en su parte central un real de a ocho de la ceca de Lima, con siglas JP, correspondientes a Juan Martínez de Roxas y Pablo Cano Melgarejo, activos entre los años 1803 y 1823, durante los reinados de Carlos IV y Fernando VII.
Otra serie de billetes emitidos en los que se representa moneda española es la realizada por el Banco de Tennessee este mismo año, de un dólar y 50, 25, 10 y cinco céntimos de valor facial. En la misma, gravada por Jules Manouvrier en Nueva Orleans, se representan diferentes monedas que pasamos a estudiar. Mientras que en las de facial 5 y 10 céntimos la moneda reproducida es poco legible, en los demás valores se reproduce por duplicado y es mucho más fácil su identificación. Podría tratarse de una pieza de medio real de México, FM, siglas que como vimos se utilizó entre los años 1783 y 1807.
En el de 25 céntimos, la moneda reproducida es una peseta columnaria de México, con siglas HJ, que se corresponden a los ensayadores Henrique Buenaventura Azorín y Joaquín Dávila Madrid, sobre monedas de Fernando VII entre los años 1809 y 1816. Una moneda, por cierto, difícil de encontrar en la actualidad. En el billete de 50 céntimos se reproduce un medio peso de cuatro reales de México, con siglas FF, ensayadores operativos como vimos entre los años 1774 y 1788.
Pero sin duda la moneda más curiosa utilizada en esta emisión son los 20 reales de vellón de la ceca de Madrid con sigla SR. Se trata de una moneda acuñada durante el Trienio Liberal, por los ensayadores José Sánchez Delgado e Isidro Ramos del Manzano, conocida vulgarmente como de tipo cabezón.
Podemos terminar este estudio con dos ejemplares de dos dólares de 24 de enero de 1859 de The Pocasset Bank, Fall River, Rhode Island, impresos por of Wellstood, Hanks, Hay & Whiting, de Nueva York, que fueron subastados por Heritage Auctions el 28 de enero de 2014. La particularidad es que, mientras que el primero de ellos es perfectamente legal, el segundo de ellos es una falsificación de época. Como en el billete ya analizado del Mystic Bank, se utilizaron como motivos un dólar de la Unión y un peso español de México, con siglas de ensayador FM.