Publicado en Revista Numismática Brasileira, Vol. XXV, nº1, 2021
https://www.academia.edu/49053077/Balastracas_de_moeda_espanhola_durante_a_Guerra_do_Paraguai_Balastracas_sobre_moneda_española_durante_la_Guerra_de_la_Triple_AlianzaComo colofón de los numerosos conflictos
que sacudieron el área del Río de la Plata desde la independencia de las nuevas
repúblicas (las guerras civiles argentinas y uruguayas, la de los Farrapos, la
Guerra Grande y la Guerra Platina), en las que se dirimieron las disputa entre
Argentina y Brasil por su hegemonía en el área y su influencia sobre Uruguay y
Paraguay, se desarrolló este cruel enfrentamiento bélico. Entre los años 1864 y
1870 Paraguay se enfrentó al Imperio de Brasil, Argentina y Uruguay, en el
conflicto más sangriento de la historia de Iberoamérica, en el que los países aliados
tuvieron entre 120.000 y 250.000 muertos, mientras que en Paraguay supuso la desaparición
de más de la mitad de la población, la mayor parte de ella varones en una
pérdida estimada por algunos autores en un 90%. La situación se agravó por la
esclavitud de los prisioneros paraguayos en los cafetales paulistas.
Las consecuencias económicas del mismo
fueron asimismo catastróficas para todos los contendientes. Los
vencedores impusieron al Paraguay una abultada indemnización de guerra, pero la
miseria reinante en un país arrasado hizo imposible el pago de la misma, que se
fue posponiendo a través de diferentes gobiernos y no se llegó a pagar en su
totalidad. Para hacer frente a los mismos, Paraguay tuvo que contraer con los
bancos británicos empréstitos que tuvo que ir refinanciando. Muy endeudados
quedaron asimismo con los mismos bancos los vencedores en la contienda,
sufriendo una bancarrota financiera que agudizó su dependencia frente al Reino
Unido.
Como culminação dos inúmeros
conflitos que abalaram a região do Rio da Prata desde a independência das novas
repúblicas (as guerras civis da Argentina e do Uruguai, a Revolução Farroupilha,
a Grande Guerra e a Guerra de Platina), nos quais a disputa entre Argentina e
Brasil por sua hegemonia na área e sua influência sobre o Uruguai e o Paraguai,
essa guerra cruel se desenvolveu. Entre os anos 1864 e 1870 o Paraguai
enfrentou o Império do Brasil, Argentina e Uruguai, no conflito mais sangrento
da história da Ibero-América, em que os países aliados tiveram entre 120.000 e
250.000 mortos, enquanto no Paraguai significou o desaparecimento de mais da
metade da população, a maioria do sexo masculino, com perda estimada por alguns
autores em 90%. A situação foi agravada pela escravidão de prisioneiros
paraguaios nas fazendas de café de São Paulo.
As consequências econômicas disso
também foram catastróficas para todos os contendores. Os vencedores impuseram
ao Paraguai uma grande compensação de guerra, mas a miséria que prevalecia em
um país devastado impossibilitou o pagamento, que foi adiada por diversos
governos e não foi paga integralmente. Para enfrentá-los, o Paraguai teve que
contrair empréstimos com os bancos britânicos que teve de refinanciar. Os
vencedores do concurso também permaneceram fortemente endividados com os mesmos
bancos, sofrendo uma falência financeira que exacerbou sua dependência do Reino
Unido.
Muy importante fue asimismo el impacto de
este largo y cruel conflicto sobre el circulante de todos los contendientes,
tanto en la moneda metálica con en las masivas emisiones de billetes para
financiar la contienda. En este artículo nos centramos en las monedas conocidas
como balastracas, moneda cortada, realizadas en Brasil sobre moneda provincial
española, las conocidas como pesetas de busto, de cara o sevillanas. Esta
moneda, de ley más baja que la batida en las cecas americanas y acuñada en las
cecas peninsulares, tenía su ámbito de circulación limitado por ley ya desde
sus primeras emisiones a la España peninsular, y su uso en los territorios
ultramarinos fue prohibido y perseguido, incluso en fecha tan tardía como 1841
en Cuba, donde se resellaron con la famosa contramarca de rejilla.
A pesar de ello, está documentada su
circulación en amplias áreas geográficas de todo el mundo, aunque su mayor
aceptación la tuvo en las colonias británicas del continente americano, ya
desde las primeras emisiones realizadas a comienzos del siglo XVIII durante la
Guerra de Sucesión por ambos contendientes, llegando a conformar el numerario
normalmente utilizado por las clases populares para sus transacciones diarias
en todas ellas. Con los intentos de esterlinización del numerario de sus
colonias a finales de los años 30 del siglo XIX no se consiguió reemplazar al
peso o dólar en circulación, pero sí se retiraron estas pesetas. En la década
siguiente comenzaron a entrar en circulación en grandes cantidades en las
nuevas repúblicas iberoamericanas, como ha estudiado de forma magistral don
Roberto Jovel para el caso centroamericano.
Também foi muito importante o
impacto deste longo e cruel conflito na moeda de todos os contendores, tanto na
moeda metálica como nas emissões maciças de notas para financiar a disputa.
Neste artigo nos concentramos nas moedas conhecidas como balastracas, moeda
cortada, fabricadas no Brasil com a moeda provincial espanhola, as conhecidas
como pesetas de busto, cara ou sevilhanas. Essa moeda, de lei inferior à batida
nas casas da moeda americanas e cunhada nas casas da moeda peninsular, teve seu
alcance limitado por lei desde suas primeiras emissões para a Espanha
peninsular, e seu uso em territórios ultramarinos foi proibido e perseguido,
mesmo tão tarde como em 1841 em Cuba, onde foram carimbadas novamente com o
famoso carimbo de rejilla-grelha-.
Apesar disso, sua circulação em
amplas áreas geográficas ao redor do mundo está documentada, embora sua maior
aceitação tenha sido nas colônias britânicas do continente americano, desde as
primeiras emissões feitas no início do século XVIII durante a Guerra de
Sucessão por ambos os contendores, passando a se conformar à moeda normalmente
usada pelas classes populares para suas transações diárias em todas elas. Com
as tentativas de substituição por moeda esterlina da moeda de suas colônias no
final da década de 30 do século XIX, não foi possível repor o peso ou o dólar
em circulação, mas essas pesetas foram retiradas. Na década seguinte, começaram
a circular em grande quantidade nas novas repúblicas ibero-americanas, como Dom
Roberto Jovel estudou com maestria para o caso da América Central.
Estas pesetas llegaron al área del Plata
también directamente vía comercio de España con estos territorios, como pone de
manifiesto la transcripción de una Sesión de las Cortes en Madrid el 11 de
diciembre de 1855. En la misma, el diputado José Gener afirmaba que Sevilla,
Cádiz y Barcelona tenían comercio directo con varios puertos de la cuenca del
Río de la Plata, y para ello debían necesariamente llevar dinero en metálico.
Según su testimonio, tanto en Paraguay como en Uruguay y en Buenos Aires el
oro- posiblemente muy abundante por su cercanía a Brasil-, tenía, en relación
con España, una valoración muy baja, con una estimación de catorce duros y poco
más. A ello se unía que las pesetas de cara españolas en la provincia de Entre
Ríos recibían una estimación de dos reales, y las medias pesetas o reales un
real, por lo que se obtenía un beneficio de un 20% con su uso. A cambio de
plata, se conseguía con este comercio oro que era traído a España, donde se
acuñaba en las cecas de Sevilla y Barcelona en pocos días y era cambiado por
plata, volviendo los barcos a realizar los mismos lucrativos periplos.
Las balastracas, o moneda cortada, ya
habían sido profusamente utilizadas en las provincias del Sur de Brasil,
especialmente durante la República de Piratiní. Entre ellas destacan las que
otorgaban el valor de 400 reis, o un cruzado, sobre moneda española de un real,
la de 200 sobre la media peseta provincial y la de 100 sobre las de medio real.
Se piensa que esta moneda fraccionaria no fue mandada resellar por las
autoridades de la República Riograndense, sino que su creación fue popular,
para tener una moneda fraccionaria necesaria para las transacciones menudas.
Para ello, se fraccionaron asimismo las monedas de cuño español y de las nuevas
repúblicas de dos reales en cuatro partes, dentadas o no, recibiendo la
estimación de 400 reis, el valor dado en ese momento a la peseta, y en medios y
cuartos, con valores de 200 y 100 reis.
Essas pesetas também alcançaram a
área da Prata diretamente por meio do comércio da Espanha com esses
territórios, como evidenciado pela transcrição de uma Sessão das Cortes em
Madrid em 11 de dezembro de 1855. Nela, o deputado José Gener afirmou que
Sevilha, Cádiz e Barcelona tinha comércio direto com vários portos da bacia do
Rio da Prata, e para isso eles necessariamente tinham que carregar dinheiro.
Segundo seu depoimento, tanto no Paraguai quanto no Uruguai e em Buenos Aires o
ouro - possivelmente muito abundante devido à sua proximidade com o Brasil -
tinha um valor muito baixo em relação à Espanha, com uma estimativa de quatorze
pesos e pouco mais. A isto foi adicionado que as pesetas de face espanhola na
província de Entre Rios receberam uma estimativa de dois reais, e as meias
pesetas ou reales de um real, pelo que se obteve um benefício de 20% com a sua
utilização. Em troca de prata, obtinha-se com este comércio o ouro que era
trazido para a Espanha, onde em poucos dias era cunhado nas casas da moeda de
Sevilha e Barcelona e trocado por prata, devolvendo os navios para realizar as
mesmas viagens lucrativas.
As balastracas, ou moeda cortada,
já haviam sido amplamente utilizadas nas províncias do sul do Brasil,
principalmente durante a República de Piratiní. Entre eles, destacam-se os que
concederam o valor de 400 réis, ou um cruzado, sobre uma moeda espanhola de um
real, o de 200 sobre a meia peseta provincial e o de 100 sobre as de meio real.
Pensa-se que essa moeda fracionária não foi enviada para ser lacrada pelas
autoridades do Rio Grande do Sul, mas que sua criação foi popular, por ter uma
moeda fracionária necessária para pequenas transações. Para tal, as moedas da
cunhagem espanhola e das novas repúblicas de dois reais foram também divididas
em quatro partes, dentadas ou não, recebendo a estimativa de 400 réis, valor
então atribuído à peseta, e ao meio e quarto, com valores de 200 e 100 réis.
Nuevamente se volvió a recurrir a ellas
durante la Guerra de la Triple Alianza, conocida en Brasil como la Guerra de
Paraguay. En la Colección del Museo Histórico Nacional hay una serie de 13 de
ellas sobre moneda hispanoamericana de plata, cortadas en media o casi media
moneda o en cuartos. En ellas hay dos tipos de resellos, uno incuso, el
aplicado sobre la moneda cortado, y otro rectangular, con el número en bajo
relieve. Curiosamente, de estos en la actualidad escasos documentos
numismáticos conservados, en la mayor parte de estas monedas es visible el cuño
de la moneda española provincial sobre el que fueron realizados.
Eles foram usados novamente
durante a Guerra da Tríplice Aliança, conhecida no Brasil como Guerra do
Paraguai. Na Coleção do Museu Histórico Nacional há uma série de 13 delas em
moedas de prata hispano-americanas, cortadas ao meio ou quase meia moeda ou em
quartos. Neles existem dois tipos de carimbos, um incuso, o aplicado na moeda cortada,
e o outro retangular, com o número em baixo relevo. Curiosamente, desses poucos
documentos numismáticos atualmente preservados, na maioria dessas moedas é
visível da cunhagem da moeda espanhola provincial em que foram feitas.
Bibliografía recomendada:
CANO BORREGO, P.D., “La circulación
internacional de la peseta”, Numismático Digital, 22 de octubre de 2014.
COIMBRA, A. da VEIGA, “Noções de Numismática Brasileira (VI)”, Revista de História 20 (42), 1960, pp.
507-553.
Diario
de las sesiones de las Cortes Constituyentes en su legislatura de 1854, 1855 y
1856,
Tomo X, Madrid, 1856.
FRANCI, R.J., “Vales emitidos durante la
Guerra de la Triple Alianza”, CENUSA,
Boletín nº 26, 2008, pp. 271-274.
FRESCURA,
L.P.,” El sistema monetario de la República del Paraguay (primera parte)”, Revista de Economía y Estadística,
Primera Época, Vol. 4, No. 1 - 2 (1942): 1º y 2ºTrimestre,
pp. 65-97.
GARAVAGLIA, J.C., “Guerra y finanzas en
la Argentina unificada, 1864-1875: la guerra del Paraguay y la misión de la
Riesa en Londres”, Quinto Sol, vol.
20, núm. 3, pp. 1-33, 2016.
MOTA, C.G., “História de um silêncio: a guerra contra o Paraguai
(1864-1870) 130 anos depois”, Estudos
Avançados, vol.9, no. 24 São Paulo, May/Aug. 1995.
OLAZAR, R., “Monedas cortadas o reselladas
utilizadas en territorio paraguayo”, Folleto
Numismático nº 4, Julio 2018.
PRATT MAYANS, M., Billetes del Paraguay, 3ª Ed., 2012.
PROVER, K. Catálogo das Moedas
Brasileiras, Vol. X,
Rio de Janeiro, 1960.
PUSINERI SCALA, C.A., “Las monedas que
circularon en el Paraguay durante la Guerra de la Triple Alianza”, Portal Guaraní.
RUSSO, A., Livro das Moedas do
Brasil, 1643-1982, São Paulo, 3º Ed., 1982.
TORRES GANDOLFI, C., “Moneda obsidional de
un Medio (Real) de 1867 producto de la Guerra de la Triple Alianza”, UNAN Numismática, Año IV, nº 26,
septiembre-octubre, 2018, pp. 20-24.
No hay comentarios:
Publicar un comentario